miércoles, 25 de mayo de 2016

¿CÓMO ARRUINAR TU VIDA SEXUAL ANTES DE SIQUIERA HABERTE CASADO?

¿Quieres tener una gran vida sexual por 20-30-50 años de matrimonio? Aquí tienes algunos principios que afectarán los resultados finales.

Juan y María fueron novios y estaban seguros que se dirigían hacia un matrimonio feliz ya que estaban muy enamorados. El afecto pronto se volvió en caricias prolongadas y eventualmente en relaciones sexuales frecuentes antes del matrimonio. Ambos sabían que esto violaba lo que dice Dios en su Palabra (1 Tesalonicenses 4:1-8) y se sentían avergonzados. Ellos trataron de recuperar el autocontrol y evitar la fornicación, pero continuaban fracasando. Ninguno sabía cómo detenerse, y empezaron a culparse mutuamente. Las peleas empeoraron hasta que finalmente terminaron su relación, ambos devastados y sintiendo que su vida y ministerio habían sido arruinados para siempre.

Derrotado, Juan llego primero en busca de ayuda. No entendía como algo que había comenzado tan bien pudo terminar tan mal. María tardo un poco más en pedir ayuda pues llevaba una pesada carga de culpa y vergüenza. Ella había usado anticonceptivos para evitar un embarazo, pero había tenido un aborto y ni siquiera le había contado a Juan por temor a perder su reputación. Juan y María eventualmente reiniciaron su noviazgo, pero tendrían que trabajar duramente en todo el “equipaje” que llevaban a cuestas antes de que pudieran tener el matrimonio feliz con el que habían soñado en la adolescencia. ¡Todo este dolor se pudo haber evitado tan solo  con seguir el diseño de Dios para su relación de noviazgo y matrimonio!

EL DESCONOCIMIENTO DE LA SEXUALIDAD BÍBLICA

El sexo fue idea de Dios desde la creación (Génesis 2:23-24), y es bueno. A lo largo de la Biblia, la pureza sexual (un hombre y una mujer para toda la vida, renunciando a todos los demás) es el plan de Dios. Sin embargo, nuestra cultura ha ignorado este estándar. En cambio, muchos ven al sexo como algo recreacional, algo para ser disfrutado casualmente con cualquier participante dispuesto, sin tener nada que ver con una relación sellada por un pacto o contrato matrimonial.

El plan de Dios incluye un pacto de matrimonio con el compromiso permanente de amar, servir, honrar, proteger y proveer para las necesidades del otro en todas las formas posibles. Culturalmente la convivencia de parejas antes del matrimonio se ha vuelto aceptable. Sin embargo, estadísticamente hablando, un porcentaje mucho más alto de parejas que cohabitaron terminan en divorcio, que las parejas que esperaron hasta casarse para tener sexo y convivir.

Susana y William venían de familias progresistas que les animaron a ser independientes y avanzar en sus carreras. Cuando se fueron a vivir juntos fue celebrado como un acto de madurez. Ellos tenían una excitante carrera y una vida amorosa. Luego, con un hijo en camino, decidieron dar el siguiente paso y casarse.

Fue entonces cuando los problemas comenzaron. William se quejaba de que Susana ya no era divertida. Susana se quejaba de que William no estaba tomando seriamente su rol como padre y esposo, el aun quería pasar mucho tiempo afuera con sus amigos. Muy pronto, William estaría pasando tiempo en los bares en lugar de ayudar a Susana con la bebe, y luego conoció a alguien más que trajo nuevamente emoción a su vida. El dejo a Susana y a su hija por otra mujer.

Susana estaba devastada, pero llego a ver cómo Dios uso el divorcio para traerla a Cristo. Ella llego a entender como las bases establecidas en la convivencia antes del matrimonio no fueron lo suficientemente fuertes para soportar las tormentas del matrimonio y la paternidad. (1 Corintios 6:9-20). Después de años de crecimiento y sanidad Susana esta ahora casada con un hombre temeroso de Dios y tiene un matrimonio solido y satisfactorio.

FALTA DE AUTOCONTROL

Los jóvenes son continuamente advertidos en Proverbios de evitar los malos amigos (Proverbios 1:10;  13:20) Pasar tiempo con la gente equivocada corrompe las buenas costumbres (1 Corintios15:33). La presencia de malas compañías fomenta un estilo de vida sin restricciones. Algunas caídas de la juventud dan comienzo a comportamientos que de continuar pueden impedir un matrimonio feliz o una vida sexual satisfactoria en el futuro. Las malas compañías animan esta clase de comportamientos.

Los electrónicos modernos han facilitado el acceso a la pornografía. Aquel que pasa horas viendo pornografía no está pensando en su futuro, pero está poniendo imágenes en su mente muy difíciles de ignorar. La falta de control en lo que miramos (Job 31:1)  puede ser el inicio de una caída lenta en un espiral de degradación. La Palabra de Dios nos llama a capturar todo pensamiento a la obediencia de Cristo (2 Corintios 10:5; Filipenses 4:8).

La masturbación es una falta de control que frecuentemente comienza en la adolescencia, pero conlleva efectos devastadores en el matrimonio. El plan de Dios para el sexo es la satisfacción mutua en el matrimonio, pero la masturbación establece un comportamiento egoísta que disminuye la satisfacción sexual de uno o de ambos. En lugar de la gratificación inmediata, Dios nos enseña que la paciencia y el autocontrol mejoran el sexo en el matrimonio. El cuerpo pertenece al Señor (1 Corintios6:19-20) y al cónyuge (1 Corintios 7:2-5), por lo que la masturbación no tiene ninguna parte en una vida que honre a Dios.

¡HAY ESPERANZA!

El autocontrol (dominio propio) es un fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:19-24) y puede ser madurado al negarse a sí mismo y aprendiendo a obedecer la Palabra de Dios: “Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:1-2). 

Comportamientos aprendidos en la juventud pueden ser difíciles de romper, pero por la gracia de Dios, cualquiera que lo desee puede aprender a dejar los comportamientos de la vieja vida y a poner en práctica la obediencia a la voluntad de Dios a través del arrepentimiento genuino, la santificación y la disciplina.

No tienes que vivir esta vida solo, Jesucristo ha prometido completar la buena obra que comenzó en tu vida hace muchos años. “Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva“. (Filipenses 1:6).

Si estas buscando ayuda para vivir una vida integra y romper con los ciclos adictivos del pecado sexual puedes escribirnos a integridadonline@gmail.com

Basado en el artículo en ingles de Sherry Allchin de la página de Covenant Eyes

No hay comentarios:

Publicar un comentario