jueves, 29 de diciembre de 2016

ABANDONANDO EL SEXO SOLITARIO

En cada país de América Latina la masturbación tiene diferentes nombres: Hacerse un Antonio, la paja, Manuela, Limpiar la tubería, llamando a lo cinco magníficos, cambiar el agua a las aceitunas, cusquiarse, maqueársela, Alemanita, cinco contra uno, pasar a manual, ¡yo eso no lo hago!, saludar al amiguito, cargar la pistola, frotar el palito, poner el freno de mano, llenar el pozo, cascársela, sacudir la sardina, hacer fuego, limpiar el sable, mano helada, darle al manubrio, jugar al uno, hacer bailar al soldadito, ¡¡Hijo sal del baño!!!

Ok, después de hacerte reír por un instante, espero que pongas toda tu atención a lo siguiente:

Todos nos ponemos incómodos cuando hablamos del tema de la masturbación. Algunas veces cuando hablo acerca de este tema la reacción del auditorio es la clase de reacción que esperarías si confesaras que le pegas a tu mascota en tu tiempo libre. Así que empecemos por ser honestos,  la mayoría de nosotros nos hemos masturbado.

La masturbación no es un regalo de Dios para los solteros y tampoco una forma de prevenir otros pecados sexuales. La masturbación trae un alivio físico, pero nunca puede satisfacer emocionalmente, no es una experiencia compartida. Está dirigida hacia uno mismo. La experiencia sexual que fue diseñada para ser compartida con otra persona, es consumada en la soledad en silencio. La masturbación es un comportamiento auto-céntrico.  No nos lleva a relacionarnos sino a alejarnos. En vez de resolver nuestro aislamiento, la masturbación contribuye al problema. En la masturbación estamos tratando de satisfacer nuestro deseo sexual, pero en una forma inmadura. Recibo mucho correo de personas atrapadas en el círculo vicioso de la adicción a la masturbación. Lo hacen porque se sienten tensionados, estresados, enojados, solos, con falta de ocupación, etc. Quieren detenerse pero no pueden. Algunos logran pasar semanas e incluso meses sintiéndose libres, hasta que algo ocurre que los lleva a empezar nuevamente.

La lucha con la masturbación y la pornografía frecuentemente crecen en el secreto y son alimentadas por la vergüenza. La tendencia normal de la gente es el tratar de conquistar sus adicciones en secreto para que nunca nadie sepa que tuvieron un problema, salvando así la vergüenza de que alguien se entere. La frustración crece mientras la estrategia es frecuentemente el rogar a Dios que se lleve estos deseos y cuando El no lo hace, el espiral continua.

En orden de romper cualquier adicción, la pregunta que eventualmente necesitamos hacernos es: “¿Deseo la victoria más de lo deseo evitar ser avergonzado?” Si evitar que te descubran es lo más importante en tu vida, entonces la victoria será muy difícil de obtener. No estoy seguro que sea justo pedirle a Dios que nos quite los deseos sexuales porque Él es el que nos los ha dado. Deseos sexuales en las situaciones correctas son buenas, pero esos deseos sexuales fuera del los espacios correctos pueden destrozar todo en tu vida, incluyendo tu familia.

¿Qué tan serio eres en tu deseo de acabar con todas esas actividades destructivas? Cuando lo desees lo suficiente empezarás a dar los pasos necesarios para vencer. Le contarás a ese amigo, hablaras con tu pastor, buscaras a un consejero, pondrás los bloqueos necesarios. Estos bloqueos son necesarios para alejarte de lo que no deseas hacer. Si quieres abandonar la masturbación entonces pondrás barreras específicas en tu vida que te ayuden a tener éxito.

Un bloqueo muy importante es el instalar un filtro en tu computador, un filtro que reporte  frecuentemente a alguien a quien respetes todas las actividades y sitios visitados en el Internet en tu computador.

Trata de identificar que es lo que te lleva a masturbarte; para muchos la principal causa es el estrés. Entre más estrés mas tienden a regresar a sus adicciones y así escapar de su realidad. Encuentra una fuente saludable para acabar con tu estrés, quizás el salir a caminar, el montar en bicicleta, el salir a jugar con tus amigos un buen partido de futbol o baloncesto, salir a hablar con otra persona. Las diferentes actividades pueden ayudarte a calmar el estrés.

Si estas batallando con el sexo solitario y quieres hablar con alguien escríbenos un correo a integridadonline@gmail.com

Estamos en esto juntos, no estás solo, aun cuando sientas que lo estas.

Si encontraste herramientas que te ayudaron a dejar la masturbación y quieres compartirla con otros puedes dejarnos un comentario aquí.

Diego Bedoya
Integridad Online

jueves, 22 de diciembre de 2016

¿OLÍA PEOR QUE TU PECADO?

Estas apartado de la realidad de tu familia, tu hogar y tus amistades y te has encerrado en un mundo de fantasía que apesta y huele terriblemente mal. Es el mundo de la pornografía y el pecado sexual. Estas rodando por un espiral que te lleva cada día mas hacia abajo y no ves donde aferrarte y donde encontrar esperanza. Es quizás el mejor momento para que le des una mirada a ese pesebre del cual todos hablan por esta época del año

En muchas formas no había nada especial acerca del bebe o su nacimiento. Esa pobreza, ese escándalo evitado cuando María quedo embarazada, ese comité de bienvenida por unos cuantos pastores; nada de eso era digno de un Rey. Nada de eso fue majestuoso.
Y sin embargo el nacimiento de Jesús era precisamente eso, majestuoso. Dentro de ese misterioso nacimiento había un amor tan poderoso como solo un verdadero líder de la humanidad podía exhibir. Era majestad en su forma más pura y maravillosa.

Sus primeras respiraciones en un establo y sus primeros pasos como un refugiado huyendo de un régimen despótico, eran exactamente los comienzos notables que solo nuestro Rey de Reyes elegiría. Y en estos detalles descubrimos una profunda verdad: “Dios está preparado para ir hasta lo los lugares más remotos y olvidados para alcanzarte a ti y a mí”.

En mi devocional de hoy leí el capítulo 53 del libro de Isaías. Este capítulo es una pieza clave en la Biblia. Es mencionado en los libros de Mateo, Juan, Romanos y otros más, y nos presenta una clara explicación del pecado y la expiación. Estos versículos que vas a leer señalan claramente a la vida de Jesús y la salvación de Su pueblo. Las verdades de esta porción de la escritura viajan a través del tiempo y nos revelan mucho acerca de la majestad encontrada en ese pesebre:

“¿Quién va a creer lo que hemos oído? ¿A quién ha revelado el Señor su poder? El Señor quiso que su siervo creciera como planta tierna que hunde sus raíces en la tierra seca. No tenía belleza ni esplendor, su aspecto no tenía nada atrayente; los hombres lo despreciaban y lo rechazaban. Era un hombre lleno de dolor, acostumbrado al sufrimiento. Como a alguien que no merece ser visto, lo despreciamos, no lo tuvimos en cuenta. Y sin embargo él estaba cargado con nuestros sufrimientos, estaba soportando nuestros propios dolores. Nosotros pensamos que Dios lo había herido, que lo había castigado y humillado. Pero fue traspasado a causa de nuestra rebeldía, fue atormentado a causa de nuestras maldades; el castigo que sufrió nos trajo la paz, por sus heridas alcanzamos la salud. Todos nosotros nos perdimos como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, pero el Señor cargó sobre él la maldad de todos nosotros. Fue maltratado, pero se sometió humildemente, y ni siquiera abrió la boca; lo llevaron como cordero al matadero, y él se quedó callado, sin abrir la boca, como una oveja cuando la trasquilan. Se lo llevaron injustamente, y no hubo quien lo defendiera; nadie se preocupó de su destino. Lo arrancaron de esta tierra, le dieron muerte por los pecados de mi pueblo. Lo enterraron al lado de hombres malvados, lo sepultaron con gente perversa, aunque nunca cometió ningún crimen ni hubo engaño en su boca.”

Primeramente es claro que El viene por una razón única y clara: porque lo necesitamos. Nuestras “enfermedades…nuestros sufrimientos” nos colocan en tan desesperada necesidad de ayuda. Y es una tontería el pensar que El merecía lo que le paso. Jesús no fue “castigado por Dios”. La verdad es difícil de asimilar, pero debemos aceptarla: “El fue molido por nuestras iniquidades".

Ese bebe que nació en un humilde pesebre en un mal oliente establo, pagó por  nuestros pecados, por nuestra mala conducta, porque nos apartarnos y nos alejamos de las leyes de Dios. Nosotros acumulamos la cuenta y El fue quien la pago trayendo paz, sanidad y salvación para nosotros.

Todos nosotros somos culpables, todos nos extraviamos como ovejas y todos estamos en deuda con Dios por nuestros pecados.

Hay majestad en el pesebre; allí en ese establo encontramos la esperanza para nuestros corazones. Puede que no parezca mucho para algunos, pero para aquellos que se han arrodillado delante del Señor, que han confesado sus pecados y han aceptado su perdón, el nacimiento en el pesebre es un acontecimiento que trae esperanza para todos incluyéndote a ti y a todo aquel que lucha con el pecado sexual. La pornografía y el pecado sexual te ofrecen mucho y te dan muy poco, te llevan mucho más allá de donde querías ir y al final de dejan mas vacío y solo que antes.

Deja el pecado, acércate a Dios y él se acercará a ti,  es tiempo de recordar que solo en Cristo hay esperanza y salvación para tu alma. 


Diego Bedoya