lunes, 24 de enero de 2011

VIVIENDO MÁS ALLA DE LAS APARIENCIAS

Pongámoslo de esta forma: preferirías que nadie supiera del problema que tienes con la pornografía. Tener una adicción a la pornografía es algo que usualmente nadie anuncia públicamente (o incluso admite a sí mismo). Es por eso que la adicción a la pornografía es llamada “el pecado secreto”, y la mayoría de las personas lo mantienen en secreto. Yo lo sé porque por muchos años lo mantuve en secreto.

Nunca quise que nadie se enterara, y las razones eran una mezcla de orgullo y miedo. No quería que la gente me viera de forma diferente. Tenía miedo de lo que pudieran pensar. Tenía miedo de perder a mis amistades. Tenía una imagen que mantener, una imagen que yo quería que la gente tuviera de mi, y si ellos hubiesen sabido lo que realmente ocurría conmigo en mi interior, yo creía que  ellos hubieran cambiado.

Si realmente quieres cambiar, tienes que superar el orgullo y el miedo que te detienen para buscar ayuda de otros. Por supuesto que hay algunos a quienes no les importa cambiar y no desean dar este paso, pero si tu realmente quieres romper la adicción, entonces las apariencias ante otros no debe ser tu prioridad. Es mucho más que apariencias, es acerca de VIVIR, de vivir la vida que Dios quiere que vivas, en libertad, con alegría de vivir y con autenticidad. Dios quiere que seamos capaces mantener una relación cercana y amorosa con él y con otras personas. ¿Cuándo fue la última vez sentiste  que podías ser sincero con Dios, con tus amigos y con tu familia?

¿Qué sentido tiene vivir de apariencias?  ¿Lucir de una forma ante tus amistades y la gente que te rodea, y al mismo tiempo ser completamente diferente en tu interior?  Si. Es cierto, quizás podamos engañar a la gente por algún tiempo, pero al final, somos nosotros los que perdemos.

Al final del día tienes que preguntarte que es más importante para ti. ¿Es tu apariencia? ¿Es la imagen que tratas de mantener? ¿O es el cambio verdadero y una vida plena?

La pornografía te lleva a hacer cosas que nunca pensaste qué harías. El pecado te lleva más allá de donde quieres ir. Te mantiene más tiempo del que quieres estar y te cuesta más de lo que quieres pagar.

En Integridad Online estamos dispuestos a ayudarte y escucharte. Queremos que tomes los pasos necesarios para romper el ciclo adictivo de la pornografía y el pecado sexual.


Escríbenos un correo privado y confidencial   a      integridadonline@gmail.com

Diego Bedoya

lunes, 17 de enero de 2011

LAS ETAPAS DE LA ADICCIÓN A LA PORNOGRAFÍA

Puede empezar como algo aparentemente inofensivo. Imágenes corregidas digitalmente en una revista o un sitio en el Internet. Pronto, estarás deseando imágenes más gráficas y cayendo más frecuentemente. La pornografía, una adicción secreta, te agarra cuando estas débil y te mantiene en sus garras. Planta semillas de alienación, ataca y destruye las relaciones y roba tu autoestima. Las demás personas se convierten en objetos, o peor aún, en maquinas de placer. Perdido en un mundo de fantasía, la pornografía se convierte en tu guía, tu norte, y el lugar donde regresas cotidianamente.

No todos los que ven pornografía se convierten en adictos a ella. Algunos solamente saldrán con ideas distorsionadas acerca de las mujeres, el sexo, el matrimonio y los niños. Esta clase de daño es lo suficientemente dañina. Y la pornografía no es el único ingrediente en la adicción. Usualmente aquellos que se convierten en adictos tienen alguna clase de problema emocional que permite que la adicción eche raíces profundas. La pornografía es un sustituto barato de algo muy importante y valioso: la intimidad.

Intimidad significa ser conocido interior y exteriormente, y ser amado por quien eres. Dios nos diseño para relacionarnos, nos hizo con deseo de intimidad. Pero el ser conocido como realmente eres, causa temor pues nos hace vulnerables. Es por eso que andamos buscando intimidad en lugares fáciles como la pornografía y el Internet. Para muchos, es más fácil tener una imagen en el computador que tener que relacionarnos con una mujer con corazón, mente y emociones. Una imagen no tiene expectativas. No tienes que impresionar a una imagen o enfrentar las situaciones que se presentan cuando te relacionas con una persona de verdad. La pornografía es un substituto dañino de las verdaderas relaciones.

Algunos de los que están leyendo este artículo se convertirán en adictos a la pornografía, como lo era yo. A las compañías pornográficas no  les preocupa si te vuelves adicto a su producto. Es excelente para el negocio. Un cliente adicto continuará regresando por más. Y por eso ellos llenan sus sitios con imágenes que te excitan, despiertan tu libido y alborotan tus hormonas.

No tienes que inyectarte ninguna droga con agujas para volverte adicto a la pornografía, tu cuerpo  producirá sus propias drogas solo con mirar las fotografías, imágenes o videos. ¡La adicción a la pornografía puede ser mucho más difícil de romper que la adicción a la cocaína!

5  ETAPAS   DE   LA   ADICCIÓN

·         EXPOSICIÓN TEMPRANA.  La mayoría de los adictos a la pornografía empiezan a una temprana edad. Ellos son expuestos cuando son muy jóvenes y ahí empieza el problema. Tristemente muchos niños  son expuestos a la pornografía por algún material  que ha usado alguien en su propio hogar, su padre, su hermano mayor o alguien de su propia familia. Otros niños son expuestos a la pornografía por sus compañeros de colegio.
·         ADICCIÓN. Continúas regresando a la pornografía. Esta comienza a ser una parte regular de tu vida. Estas atrapado. No puedes dejarla. Te has convertido en adicto.
·         DEGRADACIÓN. Después de un tiempo comienza la degradación. Empiezas a buscar imágenes más graficas, más fuertes. Aquellas imágenes pornográficas que antes te parecían asquerosas ahora te excitan.
·         DESENSIBILIZACIÓN. Con el tiempo, empiezas a perder el placer que antes sentías. Aun las más degradantes imágenes pornográficas no lograrán excitarte. Te volverás desesperado por encontrar los mismos placeres que antes sentías y no podrás lograrlo.
·         ACTUAR SEXUALMENTE. En este punto, muchos hombres hacen un salto peligroso y comienzan a actuar sexualmente. Se trasladan del papel, las películas y el computador, al mundo real. Algunos incluso empiezan a fantasear en violar e incluso llegan a hacerlo. La adicción a la pornografía es algo muy serio.

¿ E R E S       A D I C T O ?

Algunos de los que están leyendo ya han desarrollado una adicción a la pornografía. Si ves alguno de estos patrones que he descrito anteriormente en tu vida, necesitas frenar inmediatamente. ¿Está la pornografía controlando tu vida? ¿No puedes detenerte? ¿Continúas regresando por más? Quizás te encuentras buscando cada vez imágenes más fuertes y depravadas. Estas masturbándote más y más frecuentemente. ¿Estás tomando riesgos físicos para alcanzar placer sexual? Si te ves a ti mismo en algún punto de esta terrible progresión, estas en problemas bien serios y necesitas entenderlo. Y necesitas ayuda.

La Biblia habla claramente de este proceso de degradación en el primer capítulo del libro de los romanos: “A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón. Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles. Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que conducen a la impureza sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los unos con los otros. Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a los seres creados antes que al Creador, quien es bendito por siempre. Amén.  Por tanto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas.” (Romanos 1:21-26)

El adicto a la pornografía está dándole a unas imágenes de computador,  al cuerpo humano y el placer, el primer lugar en su vida; el sexo y el placer se convierten en su ídolo y su dios. Dios nos llama al arrepentimiento, a abandonar el pecado y a regresar a Él. El que encubre sus pecados no prosperará;  Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia” (Proverbios 28:13)


Artículo basado en materiales de la página del ministerio enfoque a la familia en ingles, Dare to Dig Deeper  booklet.

miércoles, 5 de enero de 2011

EL SEXO NO ES SOLAMENTE SEXO

Debo hacerte una advertencia antes que leas este material: lo que estas a punto de leer es contrario a lo que escuchas entre tus amigos, contrario a lo que vez en la televisión y en las películas. Así que prepara tu mente y tu corazón para entender un concepto que puede librar tu vida de terribles consecuencias y mucho dolor.

El sexo no es solamente sexo. Dios dice  en su palabra que el pecado sexual es como ningún otro. Puede herirte física, mental, emocional y espiritualmente. Puede desbaratar tu vida en formas que nunca te hubieres imaginado. Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo.” (1 Corintios 6:18)  Si persistimos en el pecado sexual con la idea de que un día haremos lo correcto delante de Dios, deberíamos recordar que Dios quizás esté ahí para perdonarnos y restaurarnos… pero nosotros quizás no estemos.

Cuando tienes relaciones sexuales con alguien, estas también teniendo relaciones con cada una de las personas con quien esa persona se ha acostado. Cuando te entregas sexualmente a alguien estas dando una parte de tu alma que nunca recuperarás.

¿Qué precio le pones a un corazón herido? ¿Cuánto vale una mente que no tiene paz? ¿Quién cuenta el costo de una autoestima  desquebrajada y lastimada, una confianza perdida o un sueño hecho pedazos? ¿Cuánto  cuesta traer un bebe no planeado al mundo, o más  aún, el acabar con su vida porque interfiere con la búsqueda personal del placer de alguien? El sexo gratis nunca es gratis. Alguien siempre paga. La promiscuidad tiene un precio muy alto.

La verdadera libertad sexual significa el poder amar a alguien sin barreras, sin precaución, sin preocupaciones; el poder confiar en quien amas sin reservas y sin dudas. Todo esto es posible en el matrimonio –y solo en el matrimonio.

Ella lo hizo porque él dijo que la “amaba”. El la empujo a tener sexo porque quería probar que era un hombre. Los amigos de ella dijeron que estaba bien si ella realmente lo amaba. Los amigos de él le dijeron que el resto del mundo ya lo había hecho y que no sabían qué era lo él estaba esperando. Todo el mundo dice que  no importa, aun si las cosas no funcionan. Y todos ellos están completamente equivocados.

El sexo nunca es casual. El sexo es un regalo de Dios, y nada de lo que Dios da es casual. Debido a que el sexo en sí mismo es algo tan profundo, las heridas causadas por las relaciones sexuales nunca son superficiales. Lo que haces y lo que aprendes en el área sexual construye unos hábitos, graba unas memorias que duraran toda la vida. 
    
Sin la mano sanadora de Jesucristo, las heridas del pecado sexual nunca desaparecerán. Cada vez que unes tu cuerpo y tu alma con alguien más,  tu mente te vuelve a proyectar todo lo que has hecho antes con todos los demás. Es por esto que “probar antes de comprar” es una idea estúpida cuando se trata de sexo. Cada herida, cada decepción, cada rechazo es llevado a la próxima relación. No se pueden evitar las comparaciones y las memorias de las experiencias pasadas.

¿Qué está mal al tener relaciones sexuales antes del matrimonio? ¿Qué diferencia hace un pedazo de papel? Si amas a alguien lo suficiente para comprometerte en matrimonio, ¿Qué daño puede haber en hacerlo un poco antes de la boda? ¿De qué otra forma vas a saber si son compatibles? Si amas a alguien, ¿porqué esperar?

No toda la pasión es amor, y no todo amor es pasión.

Una cosa es segura; la mejor forma de herir una relación de amistad es violando las reglas que hacen que confiemos en otra persona. La realidad es que la mitad de los compromisos matrimoniales no llegan al matrimonio y terminan la relación. Muchas se rompen precisamente porque la pareja pensó que el sexo antes del matrimonio no haría mucha diferencia. Un compromiso matrimonial que se terminó sin haber tenido relaciones sexuales puede causar dolor y tristeza, pero raramente se pierde la amistad y ciertamente no hay sentimientos de culpa por causa del pecado. La culpa, la rabia, y la pérdida del respeto y la vergüenza que acompañan el rompimiento de un compromiso matrimonial donde hubo relaciones sexuales prematrimoniales, es un dolor que muy pocos desearían vivir.

No uses a otras personas como objetos, sexualmente o de cualquier otra forma. Y  no permitas que otros te usen a ti.

Diego Bedoya
integridadonline@gmail.com