martes, 20 de noviembre de 2012

TU BATALLA PERSONAL


 CONSEJOS PARA MANTENER LA INTEGRIDAD SEXUAL

1. Se honesto - Reconoce que la tentación sexual es inevitable en nuestra cultura obsesionada con el sexo. Las imágenes eróticas en las vallas publicitarias, películas, televisión y miles de otros estimulantes, te bombardean  a diarioSer cristiano no te exime de la tentación - los más piadosos de los hombres pueden ser presa de ella. Así que el primer paso para mantener  la integridad sexual es ser honesto. Acepta  que la tentación sexual es un problema  que tienes que  enfrentar. Recuerda la advertencia del Apóstol Juan: Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos.

2. Ponte serio – Tu ya  debes saber a este punto  todos los estragos que el pecado sexual causa a todos los relacionados con ella. Lo que quizás no sepas es que todas las fantasías sexuales que alimentas, cada conversación sensual que  mantienes  a diario, o cada "segundo vistazo" que le das a alguien,  en es la semilla para el SIDA, el adulterio, el corazón destrozado, una vida arruinada. Ponte seriosi  entretienes la lujuria, estás bailando al borde de un precipicio. Toma medidas concretas ahora que  puedes. "La lujuria, cuando se concibe, da a luz el pecado, y el pecado, engendra la muerte". (Santiago 1:15)

3. Prepárate - Si  realmente crees que un terremoto esta por ocurrir, te preparas para ello y desarrollas  un plan de emergencia. Si realmente crees en la tentación sexual es común y puede llegar a ser fatal,  harás un "plan de emergencia" para cuando esta llegue. Decide de antemano qué hacer cuando te sientas tentado: cómo distraerte, a quién llamar, cómo escapar en momentos difíciles. Incluso el apóstol Pablo admitió: "Como un atleta entreno mi cuerpo para hacer lo que debería, no lo que quiero hacer. De lo contrario, me temo que yo mismo podría ser descalificado”. (1 Corintios 9:27)

4. Conéctate - El pecado sexual crece en la oscuridad. Si estás atrapado en cualquier vicio sexual, una cosa es cierta: El secreto que rodea tu comportamiento es lo que refuerza su poder sobre ti. Cualquiera que  sea la vergüenza que sientes de admitir tu problema a otra persona, la realidad es ésta: no puedes vencer esto por tu cuenta. Si pudieras, ¿no lo habrías  hecho ya? Toma la indirecta de Santiago: "confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados." (
Santiago 5:16) Encuentra un amigo cristiano maduro en quien puedas  confiar. Has a este amigo un socio en tu recuperación, y NUNCA asumas que has llegado a un punto en que ya no necesitas rendir cuentas.

5. Se radical - Si  eres serio sobre la integridad sexual, te alejaras  no sólo del pecado sexual particular al que eres  más propenso  (fantasear,  pornografía , adulterio, fornicación, masturbación, prostitución), sino que también te alejaras de cualquier persona o cosa que te tiente a pecar. A veces, incluso una actividad legítima (ciertas películas, música o clubes, por ejemplo) pueden estar bien para que otras personas las  disfruten, pero no para ti. Se radicalmente  honesto acerca de tu estilo de vida, todo lo que en ella te haga  propenso al pecado sexual  se tiene que ir. "Todas las cosas me son lícitas", dijo Pablo, "Pero no todas son edificántes. No dejare que nada me domine." (1 Corintios 6:12)

6. Busca Ayuda - Los pecados sexuales son a menudo un síntoma de  necesidades emocionales más profundas que un hombre está tratando de satisfacer en todas las formas equivocadas. El arrepentimiento del pecado en sí es un primer paso necesario, pero reconocer los conflictos o necesidades que te llevaron a ese comportamiento puede ser el siguiente paso,  requiriendo quizás algún tipo de atención especializada de un profesional cristiano. No dudes en buscar consejería si estás atrapado en ciclos de comportamiento fuera de control. La respuesta que  necesitas puede ser algo más que "orar y dejar de hacerlo!" El Rey David (que no fue ajeno al pecado sexual, por cierto) se refugió en la tutoría inteligente de Samuel. (1 Samuel 19:18) Si estás dispuesto a buscar ayuda profesional para los impuestos, asistencia médica o asesoría profesional, seguramente  estarás dispuesto a hacer lo mismo para mantener tu integridad sexual.

7. Ponte cómodo - El problema de la tentación sexual no va a ninguna parte. Ha estado con nosotros desde tiempos inmemoriales, y no cabe duda de que será  una plaga hasta que Cristo venga. Así que  siéntete cómodo con la idea de que  necesitas  controlar tus deseos sexuales durante toda la vida, recordando siempre que tu integridad sexual es sólo una parte de la vida, en  el proceso de santificación que todos los cristianos pasan. "Con esto no quiero decir que yo haya logrado ya hacer todo lo que les he dicho, ni tampoco que ya sea yo perfecto", Pablo dijo a los Filipenses"yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta". (Filipenses 3:12-13) Así que aprende a amar el proceso.

8. Busca amor - "He estado buscando el amor en todos los lugares equivocados", dice una vieja canción. El pecado sexual al  que estás atraído  puede ser de alguna forma un sustituto  barato (aunque intenso)  del amor. Puedes arrepentirte del pecado, pero no de la necesidad que el  pecado representa. Así que busca amor en tu vida: amistades, familia, cónyuge, hermanos en la fe. Un hombre que ama de verdad, y sabe que es amado de verdad, es mucho menos probable que  busque de lo que ya tiene en lugares donde nunca lo encontrará. “¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, y su salario en lo que no satisface?" pregunta Isaías (Isaías 55:2.) Aprende a ser íntimo y auténtico. Es una de las mejores maneras de proteger tu corazón y tu integridad.

9. Busca la Gracia - No es el hombre sin pecado el que llega hasta el final, sino  el hombre que  aprende a levantarse  después de que  tropieza. Si tu lucha parece implacable, recuerda esto: cuando te comprometes a la integridad sexual, te comprometes a la dirección, no a la perfección. Es posible que tropieces en el camino – no que esto sea  justificación para el pecado, sólo una visión realista de la vida en este mundo caído. Lo que determina el éxito o el fracaso de un hombre imperfecto es su voluntad de levantarse, confesar su culpa, y continuar en la dirección que  se comprometió a seguir. Recuerda el  enfoque de Pablo: “olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Filipenses 3:14)

10. Vive con intensidad - ¿Cuál es tu pasión? ¿Cuál es tu llamado? ¿Qué tan claras son tus metas? Y, por cierto, ¿tienes alguna diversión? El hombre que no tiene una vida - una pasión, un sentido de propósito, la capacidad de jugar tan duro como el  trabaja - es un hombre con un traje vacío hecho para el pecado sexual. Tan importante como lo es la pureza, la vida es algo más que mantenerse sexualmente puro. Se trata de saber quién eres y por qué eres, saber dónde están tus prioridades, y hacia dónde te diriges. Si  no sabes estas cosas acerca de ti, tienes mucho en que pensar. Comprométete  a desarrollar tu vida como un buen administrador de tus dones y  oportunidades, y has  de ello  el contexto en el que tratarás de mantener tu integridad sexual. La integridad sexual para tu propio bienestar es una cosa buena; la integridad sexual, en aras de un llamado superior es mejor. Así que por todos los medios posibles apártate de tu pecado. Pero, al  hacerlo, gira a la vez hacia una vida significativa, orientada por metas, apasionada. !Ese es el arrepentimiento en su sentido más verdadero, más puro!

martes, 30 de octubre de 2012

¿POR QUÉ CONTINÚO PECANDO?


Constantemente recibo correspondencia de personas que profesan ser cristianos  preguntándome: “¿Porque Dios no me quita estos deseos para que yo pueda dejar de pecar?” Estas personas verdaderamente desean ser libres de su pecado sexual, del uso de la pornografía, la masturbación, etc.

De acuerdo con la Palabra de Dios, la respuesta es simple: Ellos continúan escogiendo desobedecer a Dios. Jesús dijo: Si me aman obedecerán mis mandamientos” (Juan 14:15). Dios nos ha dado la voluntad de decidir, y si vamos a salir del lio en el que nos hemos metido, entonces nosotros debemos empezar a tomar las decisiones correctas. En nuestra relación con Jesús es importante entender que la conversión ocurre una vez en la vida en el momento en que  nos arrepentimos genuinamente de nuestros pecados y transgresiones, y le reconocemos  como nuestro único y suficiente Salvador. Este es en mi opinión el momento más importante en la vida del ser humano, este es el día en que pasamos de muerte a vida. Sin embargo es una tarea del creyente el entregar el señorío de su vida a Cristo cada día. Lucas 6:46 nos dice ¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo? En mi lucha personal con el pecado sexual debo cada día tomar decisiones, debo decidir si hoy le voy a permitir a mis bajas pasiones tomar el control de mi vida o si le voy a entregar el control a Dios.

Nuestras acciones demuestran nuestras prioridades. Tenemos una conciencia que diferencia el bien del mal y, aunque tratamos de hacer el bien,  también estamos dispuestos a hacer el mal, a pesar del hecho de que sabemos que está mal. También tenemos la capacidad para justificar nuestras decisiones pecaminosas con excusas que nos hacen sentir lástima por nosotros mismos. Santiago 1:13-15 nos dice: Cuando alguien sea tentado, no diga que ha sido tentado por Dios, porque Dios no tienta a nadie, ni tampoco el mal puede tentar a Dios.  Al contrario, cada uno es tentado cuando se deja llevar y seducir por sus propios malos deseos. El fruto de estos malos deseos, una vez concebidos, es el pecado; y el fruto del pecado, una vez cometido, es la muerte.Si bien algunos tienen legítimos traumas que tienen que superar, la mayoría de nosotros sabemos que nuestro pecado es simplemente una patética opción a ceder a nuestros deseos carnales por un momento de excitación y placer. Nos dejamos arrastrar por nuestras bajas pasiones, esa vieja naturaleza que busca placer y que nos aparta del Creador.

¿Estás lleno de deseos por tener relaciones sexuales y experiencias placenteras antes del matrimonio? ¿Te la pasas pensando en formas de alcanzar placer con nuevas formas de depravación sexual? ¿Te hallas explorando nuevas fantasías sexuales como resultado de todas las imágenes indecentes con las cuales has llenado tu mente y tu corazón? ¿Planeas durante todo el día el momento en que estarás a solas para entrar a esas páginas de pornografía que encontraste en el internet? ¿Estás teniendo relaciones con tu esposa y al mismo tiempo estas adulterando en la mente con alguna otra persona? Si tus pensamientos frecuentemente caen dentro de alguna de estas categorías, quizás has encontrado a tu enemigo. Jeremías 17:9 nos revela: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?y Jesucristo dijo: Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. Éstas son las cosas que contaminan a la persona, y no el comer sin lavarse las manos” (Mateo 15:19-20). ¿Puede el problema estar dentro de tu propio corazón? Solamente tú sabes la respuesta a esta pregunta, pero todos podemos estar seguros que un corazón que no ha sido redimido producirá todas estas cosas en abundancia.

Todos deberíamos en este punto poner nuestro orgullo a un lado y revisar nuestros corazones cuidadosamente. Pasemos un tiempo delante de Dios pidiéndole que examine nuestros corazones y nos permita recordar toda la suciedad que aun tengamos, y que podamos rendirnos completamente ante la misericordia y el poder transformador de Jesucristo. El hipócrita que se auto engaña esta en el peor de los estados. El cree que todo está bien entre él y Dios (y cree que no tiene necesidad de cambiar o auto examinarse), cuando en realidad, nada está bien.

 Pídele a Dios que haga un trabajo profundo exponiendo todos los deseos y las intensiones de tu corazón. Pídele que despierte tu conciencia y te muestre toda la lujuria y los bajos deseos que aun te dominan. Este es el primer paso para encontrar victoria sobre tu pecado. Sal de la negación y reconoce que necesitas de Dios para limpiar tu corazón y transformar tu vida. Si mi pueblo, sobre el cual se invoca mi nombre, se humilla y ora, y busca mi rostro, y se aparta de sus malos caminos, yo lo escucharé desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra. Mis ojos van a estar abiertos, y mis oídos van a estar atentos a la oración que se haga en este lugar.” (2 Crónicas 7:14-15)

“Jesús le respondió: Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed;  pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás. Más bien, el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que fluya para vida eterna.” (Juan 4:13-14)


Diego Bedoya
integridadonline@gmail.com

lunes, 1 de octubre de 2012

La Batalla con la Tentación


Todos tenemos que tomar decisiones rápidas en algún momento en nuestras vidas. Momentos en que tenemos que pensar rápido. Cuando tomamos este tipo de decisiones  intervienen un montón de factores tales como el conocimiento, la experiencia, el sentido común, la intuición, el razonamiento y la confianza. El conjunto de estas cosas deben ocurrir rápidamente.

Cuando se trata del mundo de la pornografía y su consumo necesitamos ser capaces de “pensar rápido”. ¿Cuántas veces has estado solo en tu casa, sentado en tu computador y pensando darle una rápida mirada a una página pornográfica? Me imagino que un montón. Mentiría  si dijera que el pensamiento no ha pasado por mi mente.

Se de personas que han perdido matrimonio por el uso de pornografía, se de personas que han perdido sus empleos por el uso de pornografía, se de hogares que han sido destruidos, de lagrimas derramadas. El mundo de la pornografía es un mundo deprimente. Una vez que has cruzado la línea ya no encuentras un punto de regreso. Aun si te has prometido a ti mismo que solo mirarías por un minuto terminarás pasando horas frente a la pantalla. Pagina tras pagina es un camino sin final que te lleva a la nada, solo para terminar sintiéndote más vacío y menos satisfecho.

En mi vida una de las cosas que me han ayudado a tomar esas decisiones es el planear con anticipación cómo voy a reaccionar cuando llegue la tentación. Tienes que preguntarte a ti mismo cómo vas a reaccionar la próxima vez que te encuentres batallando la tentación y tomar decisiones con anticipación para que cuando llegue ese momento puedas actuar rápidamente. De esta forma puedes planear como te vas a proteger de la pornografía o cualquier otra actividad sexual en la que puedas llegar a involucrarte.

Si esos pensamientos aparecen en tu mente cuando estás trabajando a solas en tu computador, ten un plan listo. Cuando esos pensamientos comiencen a aparecer voy a……. (completa la frase con tu decisión). Puede ser algo tan sencillo como apagar el computador o la televisión y salir de tu cuarto para leer tu biblia y leer algunos capítulos. Esto apartará tu mente de la pornografía o el sexo y te ayudará a enfocarte en algo diferente.

El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.” (Juan 10:10)

Soy un hombre como tú que lucha con la tentación. He visto el daño en mi propia vida. Mi meta es compartir contigo lo que he aprendido y lo que me ha ayudado.

Piensa con anticipación cómo vas a reaccionar con anticipación frente a la tentación pues nunca sabes cuándo vas a tener que tomar una decisión rápida al respecto.


Diego Bedoya
integridadonline@gmail.com

miércoles, 1 de agosto de 2012

DESCUBRE LA LIBERTAD PARA TU ADICCION


La adicción a la pornografía es una fuerza destructiva que lleva a las personas a una vida de esclavitud.

Comenzando a una edad temprana, niños y adolescentes están siendo atraídos hacia la adicción a la pornografía por internet, sin estar conscientes del camino de destrucción en el que están entrando. La pornografía no es algo que se puede ver casualmente. Es un anzuelo del diablo que entra por los ojos de la persona y atrapa su alma (su mente, su voluntad y sus emociones).

Aquellos que quedan atrapados por la adicción a la pornografía pronto realizan que ella crea un insaciable deseo por más. Muchas personas han perdido sus carreras, sus matrimonios y sus familias debido a la adicción a la pornografía por Internet. Este deseo por más lleva a la persona a un espiral descendente que demanda imágenes y comportamientos más perversos. Imagina cómo pueden terminar niños que empezaron viendo imágenes explicitas a la edad de cinco años. Sus mentes y conciencias serán cauterizadas antes de ellos lleguen a la pubertad. Sin Cristo, ¿Qué clase de vida sexual saludable pueden ellos llegar a tener?

 Aunque el enemigo de las almas viene para robar, matar y destruir, Dios viene para brindar vida y vida en abundancia. (Juan 10:10-11)  El plan del enemigo para destruir tu vida no es más grande que el plan de Dios para darte libertad. ninguna arma forjada contra ti podrá prosperar.” (Isaías 54:17) La obra de Jesucristo en la cruz ofrece el poder sobre el pecado y cualquier obra del enemigo de las almas. Como resultado, no importa cuán perversa tu vida haya llegado  a caer, tu puedes experimentar libertad de la adicción a la pornografía por Internet o cualquier otro tipo de prisión. ¡No es demasiado tarde! No importa si apenas has empezado a caer dentro de la adicción a la pornografía o si aun si has estado atrapado por años, ¡puedes ser libre! Jesucristo es la respuesta. El es el campeón que ha venido a destruir las obras del enemigo (1 Juan 3:8). La obra en la cruz está terminada, así que agárrate de esta obra y sal de la trampa del enemigo. “Si vives por el Espíritu, no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa” (Gálatas 5:16)

Quizás te preguntas: “¿Cómo? He tratado pero no puedo detenerme” La respuesta es empezar ya mismo admitiendo que la adicción a la pornografía por internet es un pecado que te ha separado de tu relación con Dios. Luego clama a Dios por la misericordia y limpieza que está disponible debido a la muerte sacrificial de Jesucristo en la cruz, donde El cargó nuestra culpa por el pecado. El pagó el precio por ti porque El te ama. La Biblia nos deja saber que las buenas obras y la piedad seguirán  todos los días de sus vidas a aquellos que creen.

Este puede ser el día en que comiences a experimentar la bondad y la piedad de Dios por el resto de tus días. Busca a Jesús. El nunca te dejará y nunca te abandonará. El está  listo a sacarte de las garras de tu adicción a la pornografía. Jesús, el autor y consumador de la fe está esperando a que  decidas buscarle. El tiene planes para ti que te libertarán y te ayudarán para que no caigas nuevamente. El plan de Dios para ti incluye libertad de la pornografía. Así que búscale y permite que aquellos que tienen las herramientas espirituales para ayudarte puedan estar contigo en tu camino hacia la libertad.
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” (Jeremías 29:11)

Escríbenos a  integridadonline@gmail.com

miércoles, 30 de mayo de 2012

¿ATRAPADO EN LA MASTURBACION Y LA PORNOGRAFÍA? ¿EN BUSCA DE UNA CURA RÁPIDA?


Una persona que se ha masturbado por mucho tiempo ha generado una  serie de dinámicas y hábitos en su cuerpo y en su cerebro. Muchas de las personas que me escriben andan en la búsqueda de una cura rápida para su “problemita con el pecado”. Algunos incluso han tratado a través del exorcismo. Sé muy bien que Cristo rompe las cadenas, pero si tu eres cristiano y tienes a Cristo en tu vida entonces ya tienes dentro de ti al Espíritu Santo. La Luz y las tinieblas no pueden estar en el mismo lugar.  Entonces quizás valga la pena el considerar donde te encuentras en relación a tu salvación y donde esta Cristo en tu vida y si él es el Señor y Salvador personal de tu vida o no.

Lo que se requiere para superar la masturbación y cualquier otro pecado en la vida del hombre es un genuino deseo por agradar a Dios y vivir una vida de integridad. Para ello no hay curas mágicas sino trabajo duro y persistente. Lo que has estado haciendo por mucho tiempo te va a costar esfuerzo, trabajo  y dedicación. Hay que hacer un esfuerzo y tomar decisiones en nuestra vida. El querer una cura rápida y milagrosa de nuestros pecados es algo muy normal que todos en algún momento queremos. Nos dedicamos a pecar y pasamos tiempo valioso de nuestra vida agradando a nuestras bajas pasiones y luego queremos que en un dos por tres Dios no arregle para continuar como si nada hubiese pasado.

 
                                              
Insensatez, locura y demencia son las palabras usadas en nuestro idioma español para traducir la palabra  "insanity". Una persona insensata es una persona que hace las mismas cosas una y otra vez, una y otra vez, esperando conseguir resultados diferentes. Esto es lo que pasa con una persona adicta a la masturbación y la pornografía. Lo hace una y otra vez pensando que en cualquier momento se puede detener, sin darse cuenta que entre más tiempo lo haga más gruesa se hace la cadena de la esclavitud y más difícil y más trabajoso le será obtener su libertad.

Sé muy bien que hay una batalla espiritual que librar, la biblia nos dice que tenemos una lucha contra las potestades de las tinieblas. El enemigo de las almas constantemente nos está enviando dardos de tentación para que hagamos aquello nos aparta de Dios y nos mantiene en esclavitud.

Sin embargo, Dios está interesado en construir nuestro carácter, y aunque sé que Dios puede curar milagrosamente a una persona que se masturba compulsivamente, no he visto a alguien que haya sido libre de sus adicciones sin hacer un verdadero trabajo y esfuerzo por vivir una vida que agrade a Dios.

La biblia dice que el hombre de doble ánimo es inconstante en sus caminos, esto particularmente habla a mi vida pues durante mucho tiempo pensaba que podía masturbarme y ver pornografía y continuar viviendo como cristiano. Pero la biblia dice que quien practica el pecado es esclavo del pecado, la biblia nos dice que no tengamos dioses aparte del Dios viviente, que no hagamos ídolos ni nos postremos delante de ellos. La masturbación, la pornografía y cualquier tipo de pecado sexual como la fornicación, el adulterio, la homosexualidad, etc., son una clase de ídolo. Cuando le damos rienda suelta a las pasiones de la carne estamos diciéndole a Dios que es más importante lo creado que el Creador, le estamos robando a Dios el primer lugar en nuestras vidas y estamos haciendo de la sexualidad nuestro ídolo personal.

Entonces, ¿qué debo hacer para romper las cadenas que me atrapan?

Vayamos a la fuente, a la Palabra de Dios para ver qué consejo nos da en nuestra lucha con el pecado:

 ARREPENTIMIENTO     =>      CONFESIÓN     =>      APARTARSE


    El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia. (Proverbios 28:13)

Vengan, pongamos las cosas en claro —dice el Señor—.  ¿Son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana! (Isaías 1:18).


Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. (1 Juan 1:9)


Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz. (Santiago 5:16)


El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado;  tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido. (Salmos 51:17)


Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra. (2 Crónicas 7:14)

En estos textos Dios está llamando al pecador a:

En primer lugar al arrepentimiento. Arrepentirse significa sentir pesar y culpa por una acción realizada y dar un cambio de mente y un cambio de actitud. Así que para quien practica el pecado, un verdadero arrepentimiento no solo es dolerse por la acción sino apartarse de ella.

Inmediatamente al arrepentimiento viene la confesión. Por mucho tiempo yo le confesé mis pecados a Dios, pero sin un genuino arrepentimiento (ver definición en el párrafo anterior), pues continuaba volviendo al pecado, o como lo dice su Palabra: "el perro regresa a su vomito y la puerca lavada al barro". La Biblia nos dice que debemos no solo confesar nuestro pecado a Dios, sino que debemos confesarlo también a otros. Esta parte fue clave en el comienzo de mi sanidad y recuperación de la adicción. Cuando finalmente me atreví a confesarle a otros hermanos en la fe mis luchas con el pecado, cuando finalmente me quite la máscara de cristiano perfecto y les conté  de mi luchas con la pornografía y la masturbación, entonces empezaron a romperse las cadenas que me aprisionaban.  Este es el principio para rendir cuentas que se utiliza hoy día en muchos ministerios de recuperación. Debemos encontrar personas cristianas maduras a quien podamos confesarle nuestros pecados y a quienes les demos permiso para que nos digan la verdad sobre nuestras vidas.

Una de las estrategias del diablo es convencer a quien practica el pecado sexual que nadie más lo hace y que no se lo puede contar a nadie.

Como lo mencione hace unos instantes, el apartarse  del pecado viene unido al verdadero arrepentimiento. Quizás un asunto difícil es el entender que realmente no nos hemos arrepentido de nuestro pecado. Queremos que Dios nos ayude, pero queremos seguir pecando un poco más. Sería bueno que te cuestiones en este momento donde te encuentras en relación con tu pecado y en tu relación con Dios.
  
Solo no puedes vencer a este gigante. Dios nos está dando todas las armas y las estrategias para vencer al gigante del pecado y de la adicción,  pero, ¿cuán dispuesto estas a trabajar en tu recuperación?


Diego Bedoya
integridadonline@gmail.com


martes, 8 de mayo de 2012

EL ÓRGANO MAS IMPORTANTE


La llave para una verdadera satisfacción sexual no se encuentra en nuestras glándulas sino en nuestro cerebro. Por lo tanto las raíces de la esclavitud sexual se encuentran en la forma en que pensamos.
No sé si lo has pensado antes, pero, ¿no te parece increíble cómo somos capaces de recordar ciertos eventos en nuestras vidas y olvidar por completo otros? Por ejemplo, ¿puedes recordar que comiste en tu cena hace 5 años para esta misma fecha? Yo no puedo. Pero si somos capaces de recordar casi cada detalle de un incidente en el cual alguien nos avergonzó profundamente cinco años atrás. Una de las diferencias entre estos dos eventos es su profundidad en el impacto sensorial. ¿Cuántos de nuestros sentidos están envueltos y cuan profundamente? La vergüenza envuelve todos nuestros sentidos, y fue también acompañada por un alto flujo de adrenalina en nuestro ser. Quisimos correr o pelear en respuesta a la situación.

Cuando leo un buen libro me gusta subrayar con un lapicero aquellas cosas críticas que leo para poderlas encontrar fácilmente en un futuro cuando lo necesite. Igualmente, nuestros cerebros subrayan químicamente ciertos eventos para separar lo significante de lo insignificante. Un aspecto importante de la actividad sexual es que hay una fuerte emisión de adrenalina y endorfinas, lo que hace que eventos sexuales queden impresos en el cerebro. Estos eventos son notables porque los practicamos una y otra vez en nuestra mente, afectando nuestra percepción de la vida y la forma como enfrentamos el presente. Esta es una de las razones por las cuales la batalla con problemas sexuales es tan dura para algunas personas.

Las memorias de pasada actividad sexual se entrometen en el presente como si fueran vídeos transmitidos una y otra vez.

Si tú eres uno de los que navegan frecuentemente por las páginas pornográficas del Internet y crees que todo está bien y que nada pasará, te estás engañando a ti mismo. Cada imagen que ves es como un virus silencioso que está siendo instalado en el disco duro de tu cerebro. Tardaras un tiempo en darte cuenta de cuan grave ha sido el daño.

Los efectos del uso de la pornografía son de larga duración. Considera el punto de vista de este hombre:
“Si hubiera una sola cosa que pudiera cambiar de mi vida sería el haberme envuelto en pornografía. No he visto pornografía en 10 años, pero mi mente continua plagada por las imágenes que vi hace más de una década. Ellas parecen estar grabadas en mi mente. Yo se que a través de Jesucristo he sido perdonado y limpiado. Pero estas imágenes continúan causando dolor, arrepentimiento, culpa y frustración en mi vida”.

ALGUNOS DE LOS EFECTOS DEL USO DE PORNOGRAFÍA SON:

Escalamiento y desensibilización: los adictos experimentan un incremento permanente de su lujuria y los deseos de pornografía más intensa. Eventualmente la “pornografía suave” no es lo suficientemente estimulante, lo cual los empuja hacia “pornografía más fuerte”. Es un espiral descendente. De la misma forma que una persona que empieza con una droga suave y con el tiempo necesita experimentar algo más fuerte para sentir el mismo placer que sentía antes, de esa forma aquellos que usan pornografía continuaran cayendo en grados más severos de perversión.

Falta de satisfacción con su vida sexual: las esposas son afectadas cuando el sexo no satisface al adicto como antes. Los hombres que miran pornografía no están satisfechos con la apariencia de su esposa y esto frecuentemente lleva a relaciones disfuncionales.

Adicción a la masturbación: aquellos adictos a la pornografía son casi siempre adictos a la masturbación. La necesidad sexual se vuelve tan fuerte que la masturbación se convierte en la forma más fácil de desahogo.

Vergüenza y culpa: dolor emocional es quizás el más común de los efectos en los adictos a la pornografía. Un profundo sentido de fracaso y vergüenza es muy comúnmente experimentado.

Imborrables imágenes en tu mente: Hombres que ya no ven más pornografía luchan con imágenes mentales por mucho tiempo. Ellos desearían poder borrar todas esas imágenes de sus mentes.

Soledad y vida secreta: los adictos a la pornografía generalmente se aíslan de los demás y mantienen su adicción en secreto. Esto generalmente resulta en relaciones disfuncionales.

Consumiendo el acto: aquellos que ven pornografía frecuentemente tienen una gran tendencia a actuar y repetir aquellos comportamientos sexuales vistos en otras personas, sin importar el costo. Esto puede incluir violación, sexo en grupo, voyerismo, tener sexo con menores, infligir dolor, etc.

Una visión equivocada de la mujer: las mujeres en la pornografía son vista como menos que un ser humano, como una propiedad, y algo por lo cual competir o por conquistar.

 Si estas involucrado en el mundo de la pornografía es tiempo de detenerte, Busca ayuda, existen diferentes ministerios especializados que están dispuestos a ayudarte. En los Estados Unidos Celebrate Recovery esta esparcido por casi todo el país y ellos tienen varios grupos dedicados a la integridad sexual. Si en el lugar donde vives no existe la ayuda que necesitas comunícate con nosotros.

La pornografía es un substituto barato de la verdadera intimidad. Aun cuando la culpa, la vergüenza y la traición parezcan imposibles de superar, Dios puede aun traer reconciliación, sanidad y libertad. No dejes pasar más tiempo sobre tu adicción, entre más bajo caigas mayor será el daño que estas causando a tu vida y más tiempo tardaras en recuperarte. Escríbenos a integridadonline@gmail.com

domingo, 25 de marzo de 2012

PORNOGRAFIA: UN ASALTO AL MATRIMONIO

Traicionada, rechazada, disgustada, y devastada. Estas fueron las palabras que Diana utilizo para describir sus sentimientos cuando se enteró que su marido había pasado horas cada noche viendo pornografía en Internet, y teniendo conversaciones sexualmente explícitas con personas extrañas en salas de chat de todo el mundo. Ella Sabía que antes de casarse Eduardo había “mirado” algunas revistas para adultos. Ella las encontró cuando estaba limpiando el apartamento de su novio, antes de su regreso de un viaje de negocios. Ella lo confronto, pero él se excuso diciendo que era "algo que los hombres solteros hacen en ocasiones." Pero Eduardo estaba ahora casado y ella pensaba que él era feliz.


Diana no es la única mujer que ha experimentado semejante traición. Investigaciones y encuestas revelan un alarmante porcentaje de hombres casados luchando con la pornografía.
La pornografía es descrita como una adicción sexual que crea una dependencia esclavizante a la excitación erótica a través de imágenes o palabras, fantasía o real, y se ha infiltrado en nuestro mundo a través de una variedad de fuentes: anuncios, librerías para adultos, películas, música, literatura, televisión, sexo por teléfono, Internet, y más. Independientemente del medio por el cual entra en la relación matrimonial, la pornografía le roba la intimidad, la confianza, la pureza y la pasión física y emocional. Y para las mujeres, el descubrimiento de la pornografía en la vida de su marido es igual a la infidelidad.

Sin embargo, hay buenas noticias. Los hombres atrapados en la telaraña de la adicción sexual pueden ser puestos en libertad. El Salmo 25:15 dice: "Mis ojos están siempre en el Señor, porque sólo él librara mis pies de la trampa." Este es un versículo importante que la esposa cuyo marido está en la trampa de la pornografía debe entender. Identifica claramente que es el Señor quien libera al individuo de la trampa - no la esposa. Muy a menudo las mujeres creen que tienen esta responsabilidad, aumentando cada vez más su frustración cuando su pareja continúa en su adicción. En realidad, las esposas tienen la responsabilidad de confrontar a sus esposos en amor. Después de haber llamado la atención de su pareja, las esposas deben dejar los resultados al Señor, centrando su propia energía en el proceso de perdonar a su esposos. 

Si tienes que confrontar a alguien involucrado en la inmoralidad sexual, primero dele una mirada al mandato bíblico que se encuentra en Mateo 18:15-17: "Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tu y el solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Pero si él no quiere escuchar, toma contigo a uno o dos más, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si se niega a escucharlos, dilo a la iglesia, y si se niega a escuchar a la iglesia, lo tratan como si fuera un pagano o un recaudador de impuestos." 

No todo hombre que ha visto pornografía es un adicto sexual, pero los reincidentes de seguro que se encuentran atrapados por las imágenes eróticas o las palabras del material pornográfico. La pasión desenfrenada fue creada para la unión matrimonial, y cuando se experimenta en cualquier otra forma no solo diluye el vínculo matrimonial sino que también lo traiciona.

MENTIRAS QUE NOS DECIMOS A NOSOTROS MISMOS 

Algunas mujeres cuyos maridos luchan con el pecado sexual falsamente creen que ellas son las culpables. Su razonamiento es que si fueran más accesibles a sus esposos, si fueran mejores amantes, o si tuvieron relaciones sexuales con más frecuencia, entonces sus maridos no mirarían hacia ninguna otra parte. La verdad es que estas razones no tienen nada que ver con qué los hombres se involucren en la inmoralidad sexual. 

Los hombres adictos a la pornografía a menudo tienen gran dificultad para experimentar genuina intimidad con  el resto del mundo - incluyendo a sus esposas. Esto es generalmente el resultado de problemas no resueltos de la infancia en el que las necesidades básicas dadas por Dios tales como el amor, el significado, y la seguridad no fueron suplidas de forma adecuada. Algunos hombres aprendieron a temprana edad que las personas no son de fiar. Por lo tanto, evitan la intimidad con una persona real, y en lugar de ello, inician una relación de pasión con una imagen que no puede rechazarlos o amenazarlos. En otras palabras, un objeto o una imagen no requieren de la vulnerabilidad. 

Otra mentira que las mujeres creen es que deben ser capaces de mantenerse informadas de las luchas en esta área de las vidas de sus esposos. Mujeres, esta es una zona muy delicada - mientras que puedes preguntarle a tu esposo cómo puedes orar por él, lo mejor es que un hombre piadoso que tu marido conozca le haga las preguntas difíciles y le lleve las cuentas en esta área. Por encima de todo, esto te libera emocionalmente para que puedas trabajar en tu propio dolor, orar por tu esposo y tú matrimonio, aprender a confiar en Dios donde tú esposo ha fallado, y trabajar hacia un verdadero perdón.

Muchas mujeres se dejan consumir con el horario de sus maridos, por miedo a que hagan uso de su tiempo libre para asistir a espectáculos para adultos, ver pornografía o visitar librerías para adultos. Vigilar a tu esposo como un Policía no es tu papel. Puede ser que confiar en él no siempre sea fácil, pero es necesario permitir que el Espíritu Santo actúe en la vida de él para convencerlo, ayudarlo, enseñarle, y producir fruto, el cual debe incluir la fidelidad y el autocontrol. Cuando te pones ansiosa acerca de lo que él está haciendo, estás tratando de controlar su comportamiento, lo cual es imposible. Además, estas apartando tu mirada de tu relación con Cristo, que debe ser la base de tu fortaleza en este momento. Isaías 26:3 promete que Dios te guardara en completa paz si confías en él, manteniendo tu pensamiento con perseverancia en él.

ENFRENTANDO EL DOLOR DE LA TRAICIÓN

En primer lugar, al luchar con el dolor de la traición - ora. Sin una dependencia constante en Cristo durante este tiempo difícil, inevitablemente lucharas con una serie de emociones que te sacaran de control. Si bien no es raro que te sientas enojada y herida, no es la voluntad de Dios que alimentes estas emociones. Construye una red de apoyo de mujeres para ti y tu matrimonio, pídeles que oren y confía tus luchas a una o dos de ellas. Busca a mujeres que te animen en Cristo, que oren por ti y tu marido, y que escuchen tus preocupaciones sin culparte o condenarte. Además, busca consejo bíblico si tu marido no se aparta de este pecado. El pecado sexual, si no se controla, es como un incendio forestal, se sale rápidamente de control. Algunas mujeres que han batallado la pornografía en su matrimonio han encontrado que un grupo de apoyo basado en la Biblia puede ser útil. De esta forma, las mujeres que luchan con problemas similares, se fortalecen una a la otra, animando a otras a mantenerse enfocadas en el Señor.

El pecado sexual de cualquier tipo es una de las traiciones más perjudiciales para un matrimonio, dando pleno sentido a 1 Pedro 5:8: "Su enemigo el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resistan firmes en la fe, porque sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos”. La dependencia de Cristo es una forma segura para demostrar el poder sanador de la restauración. No te canses en la batalla, mantén los ojos en Dios, quien recompensara tu fidelidad.

miércoles, 22 de febrero de 2012

LA CURA PARA “ESE PROBLEMA”

Por años trate de controlar mi adicción al pecado sexual. Me creí la mentira de que podía detenerme cuando quisiera. Que realmente no era tan malo. Que mis decisiones no estaban lastimando a nadie. Muy pronto mi adicción me llevo a hacer cosas aun peores y las cadenas de mi adicción se fueron haciendo más pesadas y más gruesas. Estuve profundamente hundido en la negación.  Quería hacer lo que era correcto, pero por mi mismo no podía hacerlo.

Parte de la naturaleza humana es rehusarnos a cambiar hasta que el dolor es mucho más fuerte que nuestro miedo a cambiar. Negamos el dolor hasta que llegamos a un punto donde finalmente entendemos que necesitamos ayuda. La causa de nuestros problemas es nuestra naturaleza humana. Escogemos hacer las cosas que no son buenas para nosotros, aun cuando sepamos de las consecuencias. Pablo entendió esto cuando afirmo: Realmente no me entiendo a mí mismo, porque quiero hacer lo que es correcto pero no lo hago. En cambio, hago lo que odio.  Pero si yo sé que lo que hago está mal, eso demuestra que estoy de acuerdo con que la ley es buena. Entonces no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí.” (Romanos 7:15-17). ¿Te suenan estas palabras familiares a ti y a tu comportamiento? Seguro que sí. Terminamos haciendo lo que no queremos y no haciendo lo que queremos hacer.

¿Por qué continuamos tomando decisiones tan pobres? ¿Por qué repetimos los mismos errores? En la raíz de la naturaleza humana por hacer lo malo esta nuestro deseo por estar en control. Queremos decidir por nosotros mismos lo que está bien y lo que está mal. Queremos tomar nuestras propias decisiones, hacer nuestras propias reglas. No queremos que nadie nos diga lo que tenemos que hacer. En esencia, queremos ser Dios. Pero esto no es nada nuevo. En Génesis 3, Adán y Eva trataron de estar en control. Dios los puso en el paraíso y ellos trataron de controlar el paraíso. Dios les dijo: “Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto,  excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal.” (Génesis 2:16-17). ¿Qué hicieron ellos? Se fueron derecho al árbol prohibido, la única cosa en el paraíso que Dios le puso fuera de límites. El diablo les dijo: “en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios”. (Génesis 3:5) y ellos querían ser como Dios. Ese ha sido nuestro problema desde los inicios de la humanidad. Hoy en día aun queremos ser Dios.

Jugamos a ser Dios negando nuestra humanidad y tratando de controlar todo por nuestras propias razones egoístas. Tratamos de ser el centro de nuestro propio universo. Jugamos a ser Dios tratando de controlar nuestra imagen, tratando de controlar a otras personas, tratando de controlar nuestros problemas y tratando de controlar nuestro dolor.

No podemos controlar todo lo que nos pasa, pero si podemos controlar la forma como respondemos a lo que nos pasa. Cuando dejamos de perder el tiempo buscando a quien culpar por nuestro pasado, entonces tendremos más energía para arreglar el problema. Cuando dejamos de esconder nuestra culpa y dejamos de acusar a otros, entonces el poder sanador de Cristo puede empezar a trabajar en nuestro corazón, nuestra mente, nuestra voluntad, y nuestras emociones. La solución entonces es empezar a tomar decisiones sanadoras y depender en el poder de Jesucristo para ayudarnos.

Mientras que no estemos dispuestos a admitir nuestra necesidad y reconozcamos que no somos Dios, continuaremos sufriendo las consecuencias de nuestras pobres decisiones. Estaremos llenos de miedo de que los demás descubran que no tenemos todas las  respuestas, de que no somos perfectos. Tratar de ser el gerente general del universo es demasiado frustrante. Pretender ser Dios es también agotador pues exige demasiado trabajo. El vivir en negación sobre nuestros problemas requiere cantidades enormes de energía emocional, energía que podría estar siendo usada en la solución de los problemas en lugar de ser usada para evitar, negar y ocultar los problemas.

La cura para nuestros problemas llega de una forma extraña a nuestras vidas: llega a través de admitir nuestra debilidad y a través de un corazón humilde. Proverbios 28:13 dice: Los que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los abandonan, recibirán misericordia.La Biblia dice que admitiendo nuestras debilidades encontraremos fortaleza: “Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte. (2 Corintios 12:10b) Esta no es una idea popular para nuestra cultura autosuficiente.

Así que el primer paso para la cura de nuestros problemas es admitir que no somos Dios, que no tenemos el poder para hacerlo solos, que necesitamos a otros y que necesitamos a Dios, que somos espiritualmente pobres. Jesucristo afirma en Mateo 5:3: “Bienaventurados los pobres en espíritu” Al tomar la decisión de admitir que no somos Dios estamos admitiendo que no tenemos el poder para cambiar nuestro pasado, que no tenemos el poder para controlar a otras personas y que no tenemos el poder para hacerle frente a nuestros malos hábitos, comportamientos y acciones.

Las buenas intenciones no son suficientes. La fuerza de voluntad no es suficiente. Necesitamos algo más. Necesitamos una fuente de poder más allá de nosotros mismos. Necesitamos a Dios porque El nos hizo con esa necesidad de Él.

Detente inmediatamente y nombra aquello con lo que estas luchando, un habito, un problema, una herida. Admite delante de Dios que no tienes el poder para manejar tu vida y que necesitas su ayuda.

Este es solo el comienzo, si deseas saber más escríbeme un email o esta pendiente de las próximas publicaciones.

Un cordial saludo desde Orlando, Florida.

Diego
email: integridadonline@gmail.com