martes, 30 de agosto de 2011

SEIS MENTIRAS QUE LA PORNOGRAFÍA LES DICE A LAS MUJERES

No cabe duda que la pornografía se ha convertido en una tendencia predominante  en nuestra cultura, con su mal olor detectado casi en todas partes. Se puede decir sin lugar a duda que la pornografía es uno de los brebajes engañosos preparados por Satanás, el "padre de todas las mentiras". Las mujeres que se someten a la pornografía están  permitiendo que  sus perspectivas y sus corazones estén siendo influenciados por al menos una media docena de  premisas falsas que se transmiten a través del porno.

Mentira # 1: "mi valor como persona depende de mí atracción sexual".
Entre más una  joven mira pornografía, más esta falsedad se afianzará en su pensamiento. Ella  constantemente se estará comparando son  las demás. Si es delgada,  lamentará el hecho de que ella no es más voluptuosa. Si tiene una figura completa,  deseará que fuera delgada. Los demonios  utilizan esta mentira para atormentar constantemente a las mujeres. La verdad es que su valor es en su vida con Dios. Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.” (Salmos 139:13-14)

Mentira # 2: "El sexo es lo más importante en la vida".  
Este es el tema predominante tejido a través de cada escena de  películas de entretenimiento para adultos. Las que creen en esta mentira ya tienen un historial de perseguir un placer tras otro en la vida, siendo el  placer sexual el objetivo principal. La verdad es que el sexo es una adición maravillosa a la vida, pero el sexo en sí mismo nunca puede proporcionar satisfacción duradera.  Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—, pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás (Juan 4:13)   Yo  soy  el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí  viene  nunca  pasará  hambre,
y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.”    (Juan 6:35)


Mentira # 3: "las chicas de la industria del porno tienen el tiempo de sus vidas".
NO, estas chicas están ahí porque lo ven como una forma fácil de obtener dinero y fama. Cualquier chica que piense que las actrices y modelos porno se divierten haría  bien en considerar lo que dice una ex estrella sobre ello. "Nunca disfrute tener sexo," escribe Shelly Lubben. "Nunca quería sexo, y de hecho estaba más dispuesta a  pasar tiempo tomando whiskey  que con modelos con los que me pagaban para que fingiera placer”.

Mentira # 4: "El sexo no es algo sagrado."
Dios creó la sexualidad como un medio para que el  marido y su esposa  expresen físicamente  su más profunda devoción entre sí. La industria de entretenimiento para adultos ha hecho todo lo posible para devaluar esto a un  comportamiento puramente animal. Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.  Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre, el cual exclamó: «Ésta sí es hueso de mis huesos  y carne de mi carne». Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser. En ese tiempo el hombre y la mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza. (Génesis 2:18-25 NVI)


Mentira # 5: "Complacer mis deseos sexuales es liberador."
La imagen que transmiten es una de  mujeres despreocupadas reclamando su libertad  para  experimentar completamente el  placer más grandioso de la vida. La verdad es que el  pecado siempre lo  trae uno a una  terrible esclavitud. Millones de personas que han comprado  esta mentira viven en  una esclavitud perpetua. Los "placeres pasajeros del pecado" hace rato se han marchado; todo lo que queda  ahora son las demandas siempre presentes de una adicción implacable.


Mentira # 6: "el sexo ilícito no tiene consecuencias".
Las imágenes de deliciosas sonrisas y momentos emocionantes de éxtasis no te revelan la verdad de lo que viene después: vergüenza, culpabilidad, pérdida de autoestima, enfermedades de transmisión sexual y quizás la peor de todas: la corrupción del alma humana. La pornografía distorsiona la perspectiva de una persona sobre la sexualidad, contamina la mente, cauteriza la conciencia, endurece el corazón y  llena la vida interior de perversión.

La pornografía promete enorme satisfacción pero deja al usuario en la miseria absoluta. Esa es la verdad que los pornógrafos nunca les dirán a las chicas que sucumben a la tentación.

Steve gallagher es el fundador y Presidente de ministerios  vida pura.
http://www.purelifeministries.org/index.cfm?pageid=182

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