miércoles, 15 de junio de 2016

3 COSAS QUE LA IGLESIA NO TE ENSEÑA ACERCA DE LA PORNOGRAFÍA

Iglesia y pornografía, ¡Vaya tema! Tradicionalmente, cuanto se trata de la iglesia y porno, los lideres han dicho algunas cosas bastante incomodas y francamente hirientes. Sin embargo la iglesia cristiana está empezando a entender que este es un tema que no puede seguir siendo ignorado. Aquí tienes algunas cosas que la iglesia no te enseña sobre el tema de la pornografía.

 1.  La pornografía se siente bien
 
Una expedición pornográfica puede sentirse increíblemente bien. No hay necesidad de negar eso. Cuando tu estas “en la zona” y has decidido actuar en esa tentación, la anticipación y el placer sexual de ver porno te hace sentir bien, muy bien. Al menos por un poco de tiempo. Pareciera llenar el vacío en tu corazón, pareciera que te satisface y te da control. La pornografía recurre a nuestros instintos sexuales y el deseo innato de ser deseados, amados y tocados. Además, no hay riesgo de que te rechacen o de dificultades de pareja, porque eres solo tú y la pantalla de tu computador. ¿Cuánto mejor podría llegar a ser?
 
Bien, eso es lo que pensamos hasta que las cosas comienzan a descender. De repente empezamos a sentir remordimiento y empieza a hacerse claro que las cosas son más dañinas que beneficiosas.
 
La mayoría de las discusiones sobre el tema de la pornografía giran alrededor de estos temas. La vergüenza, el deterioro de la intimidad y la degradación. Tales conversaciones son necesarias. Ministrar y educar son necesarias para ayudar a muchos adictos a la pornografía que llegan con remordimiento a la iglesia los Domingos… y el resto de la semana.
 
Pero no debemos olvidar o ignorar la realidad  que el  ver porno se siente bien. Los químicos eufóricos del sistema de recompensa del cerebro son responsables por estos sentimientos. La dopamina y la Oxitocina  son los químicos que producen esta sensación de placer.
 
Porno es una forma fácil de excitarse, es por eso que tiene sus garras en muchas personas.
 
2.  MUCHOS DE LOS SE SIENTAN JUNTO A TI EN LA IGLESIA ESTÁN LUCHANDO CON LA PORNOGRAFÍA
 
Pero eso no significa que todos en tu iglesia están de acuerdo con el uso de pornografía. Muchos de los que van a tu iglesia luchan con esta adicción y quizás tu nunca lo sepas pues ellos nunca lo admitirían. Tristemente aunque  la iglesia es consciente del problema que se acumula en sus sillas, solo unas pocas tienen programas establecidos para ayudar a sus miembros a enfrentarse con su problema de la pornografía y encontrar su libertad.
  
3.  DIOS NO ES EL ÚNICO QUE PUEDE AYUDARTE
 
Tu Padre celestial te conoce y  te ama. Tú eres tan valioso para El que dio a su Hijo por ti. El persigue tu corazón como un amante incasable y está trabajando para liberarte de la pornografía que te esclaviza. El restaura tu corazón y tu mente y te revela la verdadera intimidad.
 
Dios ha motivado a muchas personas para crear recursos que pueden ayudarte. Está bien que uses los recursos disponibles. Ellos son  necesarios. No te sientas avergonzado de buscar a otros para que te ayuden. Lee libros, toma clases, busca terapia. Dios puede ayudarte a través de todas esas herramientas.
 
La libertad no siempre es tan simple como el rendirte a Dios y ser liberado instantáneamente. Usa los recursos que Dios te ha dado.
 
La recuperación es posible.
 
(articulo basado en el blog del ministerio en ingles xxxchurch.com)

domingo, 5 de junio de 2016

QUÉ HAGO CON TODOS ESAS IMÁGENES NEGATIVAS QUE HE PUESTO EN MI MENTE A TRAVÉS DE LA PORNOGRAFÍA

Esta es quizás una de las preguntas más frecuentes que recibo de jóvenes que están trabajando en ser libres de su adicción a la pornografía. Una persona que continuamente se ha expuesto a la pornografía ha llenado su cerebro con miles de imágenes que han distorsionado su percepción de una sana sexualidad y de no tomar cartas en el asunto de limpiar la mente, afectará sus futuras relaciones y su comportamiento.

Puedes experimentar la renovación de tu mente llenándote de la Palabra  de Dios. Si has tenido un encuentro personal con Jesucristo y te has arrepentido genuinamente de tus pecados y has reconocido a Jesucristo como el único y suficiente Salvador de tu vida, entonces de acuerdo a su Palabra, ahora eres templo del Espíritu Santo de Dios y has sido llevado de muerte espiritual a vida eterna en Cristo. “Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!” (2 Corintios 5:17).

Ser una nueva creación en Cristo significa que hemos sido renovados. La persona pecadora que éramos ya se  ha ido como resultado de ser completamente renovados a través de Jesucristo. Para algunos de nosotros quizás ha sido toda una lucha el remover todo nuestros pecado y renovar nuestras vidas, pero debemos mantenernos firmes en nuestra relación con Dios quien a su vez continuará trabajando en nosotros para renovarnos y arrancar las manchas del pecado. “Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.” (Filipenses 1:6)

 “Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida.” (Proverbios 4:23). El corazón es el centro de la vida. Es a través de este increíble órgano interno que nosotros tenemos vida física. El corazón es también el centro de la vida espiritual. Proverbios nos dice que debemos guardar nuestro corazón porque de el mana la vida. Nuestro  corazón determina nuestras acciones y refleja si Cristo es o no el centro de nuestra vida. Por eso es importante pedirle a Dios que continuamente renueve nuestros  corazones. Haz un inventario de tu corazón. ¿Está tu corazón donde necesita estar o necesita ser renovado por Dios? Pídele a Dios que renueve tu corazón y permite que El sea el centro de tu vida. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí” Salmos 51:10

Frecuentemente escucho decir que la mente desocupada es el laboratorio del diablo. Hay mucho de cierto en este dicho pues muchas de las batallas espirituales que luchamos contra nuestro enemigo se llevan a cabo en nuestra mente. Quizás es la culpa por tus pecados pasados que nuestro enemigo espiritual continúa poniendo en tu mente o el deseo por regresar a esos sitios del Internet que te atrapan y te encadenan en el ciclo destructivo de la pornografía y la adicción sexual. 

Quizás te susurra palabras negativas que te hacen dudar de tu fe o disminuyen tu habilidad para completar las cosas que Dios quiere que hagas. “No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2). Permite que Dios te transforme a través de la renovación de tu mente.  Ora a Dios  y pídele que remueva los pensamientos contaminados por el pecado sexual que el enemigo de las almas continúa infiltrando en tu mente y deja que Dios renueve tu mente con la claridad y pureza de su Palabra. Deja que Dios te ayude a pelear la batalla de tu mente y obtén la victoria. “¿Con qué limpiará el joven su camino?  Con guardar tu palabra.” (Salmos 119:9) 

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