martes, 10 de septiembre de 2019

ATRAPADO EN MASTURBACION Y PORNOGRAFÍA, ¿EN BUSCA DE UNA CURA RÁPIDA?

Insensatez, locura y demencia son las palabras usadas en nuestro idioma español para traducir la palabra  "insanity". Una persona insensata es una persona que hace las mismas cosas una y otra vez, una y otra vez, esperando conseguir resultados diferentes. Esto es lo que pasa con una persona adicta a la masturbación y la pornografía. Lo hace una y otra vez pensando que en cualquier momento se puede detener, sin darse cuenta que entre más tiempo lo haga más gruesa se hace la cadena de la esclavitud y más difícil y más trabajoso le será obtener su libertad.

Lo que se requiere para romper el habito a  la masturbación y cualquier otro pecado en la vida del hombre es un genuino deseo por agradar a Dios y vivir una vida de integridad. Para ello no hay curas mágicas sino trabajo duro y persistente. Lo que has estado haciendo por mucho tiempo te va a costar esfuerzo, trabajo  y dedicación. Hay que hacer un esfuerzo y tomar decisiones en nuestra vida. El querer una cura rápida y milagrosa de nuestros pecados es algo muy normal que todos en algún momento queremos. Nos dedicamos a pecar y pasamos tiempo valioso de nuestra vida agradando a nuestras bajas pasiones y luego queremos que en un dos por tres Dios no arregle para continuar como si nada hubiese pasado.


Una persona que se ha masturbado por mucho tiempo ha generado una  serie de dinámicas y hábitos en su cuerpo y en su cerebro. Muchas de las personas que me escriben andan en la búsqueda de una cura rápida para su “problemita con el pecado”. Algunos incluso han tratado a través del exorcismo. Sé muy bien que Cristo rompe las cadenas, pero si tu eres cristiano y tienes a Cristo en tu vida entonces ya tienes dentro de ti al Espíritu Santo. La Luz y las tinieblas no pueden estar en el mismo lugar.  Entonces quizás valga la pena el considerar donde te encuentras en relación a tu salvación y donde esta Cristo en tu vida y si él es el Señor y Salvador personal de tu vida o no.

La biblia dice que el hombre de doble ánimo es inconstante en sus caminos, esto particularmente habla a mi vida pues durante mucho tiempo pensaba que podía masturbarme y ver pornografía y continuar viviendo como cristiano. Pero la biblia dice que quien practica el pecado es esclavo del pecado, la biblia nos dice que no tengamos dioses aparte del Dios viviente, que no hagamos ídolos ni nos postremos delante de ellos. La masturbación, la pornografía y cualquier tipo de pecado sexual como la fornicación, el adulterio, la homosexualidad, etc., son una clase de ídolo. Cuando le damos rienda suelta a las pasiones de la carne estamos diciéndole a Dios que es más importante lo creado que el Creador, le estamos robando a Dios el primer lugar en nuestras vidas y estamos haciendo de la sexualidad nuestro ídolo personal.

Sin embargo, Dios está interesado en construir nuestro carácter, y aunque sé que Dios puede curar milagrosamente a una persona que se masturba compulsivamente, no he visto a alguien que haya sido libre de sus adicciones sin hacer un verdadero trabajo y esfuerzo por vivir una vida que agrade a Dios.


Entonces, ¿qué debo hacer para romper las cadenas que me atrapan?

Vayamos a la fuente, a la Palabra de Dios para ver qué consejo nos da en nuestra lucha con el pecado:

 ARREPENTIMIENTO + CONFESIÓN +  APARTARSE


"El que oculta sus pecados no prosperará, 
pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia." (Proverbios 28:13)

Vengan, pongamos las cosas en claro —dice el Señor—.  ¿Son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana! (Isaías 1:18).


Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. (1 Juan 1:9)

Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanadosLa oración del justo es poderosa y eficaz. (Santiago 5:16)


El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado;  tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido. (Salmos 51:17)


Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra. (Crónicas 7:14)


En estos textos Dios nos está llamando a:


En primer lugar al arrepentimiento. Arrepentirse significa sentir pesar y culpa por una acción realizada y dar un cambio de mente y un cambio de actitud. Así que para quien practica el pecado, un verdadero arrepentimiento no solo es dolerse por la acción sino apartarse de ella.

Inmediatamente al arrepentimiento viene la confesión. Por mucho tiempo yo le confesé mis pecados a Dios, pero sin un genuino arrepentimiento (ver definición en el párrafo anterior), pues continuaba volviendo al pecado, o como lo dice su Palabra: "el perro regresa a su vomito y la puerca lavada al barro". La Biblia nos dice que debemos no solo confesar nuestro pecado a Dios, sino que debemos confesarlo también a otros. Esta parte fue clave en el comienzo de mi sanidad y recuperación de la adicción. Cuando finalmente me atreví a confesarle a otros hermanos en la fe mis luchas con el pecado, cuando finalmente me quite la máscara de cristiano perfecto y les conté  de mi luchas con la pornografía y la masturbación, entonces empezaron a romperse las cadenas que me aprisionaban.  Este es el principio para rendir cuentas que se utiliza hoy día en muchos ministerios de recuperación. Debemos encontrar personas cristianas maduras a quien podamos confesarle nuestros pecados y a quienes les demos permiso para que nos digan la verdad sobre nuestras vidas.

Una de las estrategias del diablo es convencer a quien practica el pecado sexual que nadie más lo hace y que no se lo puede contar a nadie.

Como lo mencione hace unos instantes, el apartarse  del pecado viene unido al verdadero arrepentimiento. Quizás un asunto difícil es el entender que realmente no nos hemos arrepentido de nuestro pecado. Queremos que Dios nos ayude, pero queremos seguir pecando un poco más. Sería bueno que te cuestiones en este momento donde te encuentras en relación con tu pecado y en tu relación con Dios.
  
Solo no puedes vencer a este gigante. Dios nos está dando todas las armas y las estrategias para vencer al gigante del pecado y de la adicción,  pero, 
¿cuán dispuesto estas a trabajar en tu recuperación?

Diego Bedoya
Integridad Online


¿QUIERES MANTENER LA LIBERTAD SEXUAL?


Sin mantenimiento las cosas se deterioran. Lo mismo ocurre contigo. Un jardín que no es cuidado permanentemente se seca y le crece maleza. ¿Y que tal tu cuerpo? Es una gran máquina, pero no está naturalmente inclinada a mantenerse en forma. Si quieres evitar la obesidad, lucir desarreglado o tener mal olor, vas a tener que trabajar en ello, arreglar tu vestuario, ejercitarte y asearte diariamente. Lo mismo ocurre con casi todas las cosas – mascotas, finanzas, tu hogar. Sin una constante atención y mantenimiento, las cosas se deterioran.

Cada nuevo nivel de madurez que alcances será desafiado debido a que vivimos en un mundo caído, uno que tiene muy poca simpatía por tu compromiso a la pureza sexual. Esta es una de las razones por las cuales las tentaciones permanecen aún después del arrepentimiento, sin importar cuan sincero tu arrepentimiento haya sido.
Después del arrepentimiento hay usualmente un periodo de gran alegría, de una conciencia clara, de un sentido de libertad y de un nuevo optimismo. Sin embargo, tarde o temprano las tentaciones vuelven a aparecer y ahí es cuando debemos estar preparados para evitar volver a caer en los ciclos adictivos del pecado sexual.

“Por lo tanto, el que piense que está firme, tenga cuidado de no caer. Ustedes no han pasado por ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero pueden estar confiados en la fidelidad de Dios, que no dejará que la tentación sea más fuerte de lo que puedan resistir. Dios les mostrará la manera de resistir la tentación y escapar de ella.” (1 Corintios 10:12-13)

La integridad sexual es un estado de consistencia en el cual tus expresiones sexuales son consistentes con los estándares de Dios. ¿Quieres mantenerte alejado de tu pecado sexual? Entonces debes entender que tu integridad sexual es un acto constante de tu voluntad expresado a través de las decisiones que tomes cada día. Es así de sencillo. Cualquiera que hace un gran cambio en sus comportamientos sexuales debe enfrentarse frecuentemente a la reaparición de viejos hábitos, tiempos de desaliento y patrones de conducta que debe romper.

“¿No comprenden que sus cuerpos son miembros de Cristo? ¿Tomaremos un miembro de Cristo y lo uniremos a una prostituta? ¡Jamás!  ¿No saben que cuando un hombre se une a una prostituta se hace parte de ella y ella de él? Dios nos dice en las Escrituras que «los dos se vuelven una sola persona».  Pero cuando alguien se une al Señor, el Señor y esa persona se vuelven uno en el Espíritu. Por eso, precisamente, les digo que huyan de los pecados sexuales. Ningún otro tipo de pecado afecta al cuerpo como este. Cuando uno comete esos pecados, peca contra su propio cuerpo.  ¿No saben que el cuerpo es templo del Espíritu Santo, que Dios les dio, y que el Espíritu habita en ustedes? Ustedes no son sus propios dueños, porque Dios nos compró a gran precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.” (1 Corintios 6:15-20)

Si tu has estado librando una batalla constante con comportamientos sexuales compulsivos, debes entender que el arrepentimiento por si mismo no es suficiente para detener tus hábitos, aunque el arrepentimiento es sumamente importante. Comportamientos sexuales compulsivos como la masturbación, la pornografía, encuentros sexuales furtivos, la fornicación, el homosexualismo, el voyerismo, etc. son cadenas que producen mucha vergüenza y remordimiento, haciéndolos terriblemente secretos y usualmente peligrosos. Estos comportamientos pueden destruir tu vida, tu ministerio, acabar con matrimonios, llevarte a la cárcel y producir una gran humillación.

Estos comportamientos sexuales se mantienen en secreto. Cuando estas viviendo alguno de ellos no estas dispuesto a discutirlo con nadie, así que tus amigos y tu familia no tienen la menor idea de lo que estas viviendo. Es una vida doble, donde mantienes una imagen normal publica más un secreto escondido por mucho tiempo. Si estas leyendo este articulo es probable que hayas descubierto tu “droga sexual” muy temprano en tu vida y te hayas convertido en adicto a ese comportamiento incorporándolo a tu vida cotidiana. Si esto es cierto para ti, estas llevando una carga muy pesada y es posible que no te hayas sentido bien contigo mismo en un largo periodo de tiempo y no tengas ni idea de cómo cambiar tus patrones de conducta.

Aun si te has arrepentido y has puesto un alto a ese comportamiento, debes haber entendido que las adicciones tienen un ciclo. No quiero decir que tu arrepentimiento no haya sido sincero, o que inevitablemente volverás a caer en tus viejas conductas. Lo que quiero que entiendas es que cualquier adicto necesita conseguir ayuda, porque las raíces que te llevaron a tu adicción necesitan ser resueltas antes de que la adicción pierda su poder sobre ti.

Deja que alguien entre en tu mundo de inmediato. Has desarrollado un mundo privado centrado alrededor de tu adicción y el secreto es lo que lo mantiene intacto. Rompe con la privacidad de tu mundo y encontraras que estarás menos inclinado a repetir tu comportamiento si sabes que alguien más está envuelto en la lucha contigo. Un profesional cristiano entrenado con experiencia en adicciones puede ser muy valioso para ti. Encuentra ayuda calificada. Con ella podrás entender las raíces de tu adicción y construir las defensas en contra de las acciones destructivas que has enfrentado por tanto tiempo.

“Hubo un tiempo en que yo rehusaba reconocer lo pecador que era. Pero era yo débil y miserable y gemía todo el día. Día y noche su mano pesaba sobre mí. Mi fuerza se evaporaba como agua en día de sol. Pero un día reconocí ante ti todos mis pecados y no traté de ocultarlos más. Dije para mí: «Se los voy a confesar al Señor». ¡Y tú me perdonaste! Toda mi culpa se esfumó.”        (Salmos 32:3-5)

También deberías buscar un grupo de apoyo -un grupo Cristo céntrico- que se reúna frecuentemente donde puedas tener un sitio seguro para hablar de tus sentimientos conflictivos mientras rompes con la adicción. “Celebremos la Recuperación” es un grupo que esta creciendo a nivel mundial y que brinda este espacio necesario para ti.

“Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos” (Santiago 5:16)

Finalmente, busca rendir cuentas a alguien. El rendir cuentas a alguien significa dejarlo entrar en tus luchas y mantenerlo informado de tu progreso. Es el entregar tu derecho a la privacidad por lo menos a una persona que tendrá el permiso para cuestionarte acerca de tus actividades diarias y animarte cuando estés luchando con la tentación. Puedes rechazar este principio de rendir cuentas pensando que es muy infantil o que es muy invasivo. Pero no te engañes a ti mismo, no puedes lidiar con tu comportamiento sexual compulsivo por ti mismo. Si fuera así lo hubieras hecho hace mucho tiempo atrás.

viernes, 18 de enero de 2019

QUITANDOTE LA MASCARA


RINDIENDO CUENTAS
UN DOLOROSO PASO, PERO NECESARIO PARA LA LIBERTAD

Te ha pasado que confiesas tu pecado a Dios y ruegas por libertad -creyendo que eso te dará la victoria- solo para volver a caer nuevamente en un corto periodo de tiempo. Yo viví en este ciclo de frustración por años, sin poder encontrar la verdadera libertad.

Aunque hay varios factores envueltos en alcanzar la libertad de la adicción sexual, hay uno que es un factor necesario en el proceso del arrepentimiento. No podrás descubrir la libertad verdadera hasta que estés dispuesto a exponer tu pecado a la luz de otro ser humano.

Por años yo trate de encontrar la libertad de mi adicción en secreto. Creía que Dios me ayudaría a ser libre, y que podría evitar el dolor garantizado de revelar mi lucha secreta con la pornografía y el pecado sexual. Yo justificaba mi silencio y mantenía mi lucha en secreto, convenciéndome a mi mismo de que era mejor que solo Dios y yo resolviéramos este asunto, para evitar el dolor que le causaría a otros. Le llore a Dios innumerable veces. Pero sin importar cuan genuino yo creyera que era mi arrepentimiento, la recaída una y otra vez en el pecado eran una evidencia de que algo hacía falta.

El pensar que tienes que confesar a otro ser humano tu lucha con el pecado sexual puede ser abrumador. Recuerdo pensar que si le pudiese contar a otra persona podría finalmente ser libre de esa pesadilla, pero mi lista de razones para no contarle a alguien me impedían hacerlo. Mis excusas no eran completamente infundadas. Mi confesión podría lastimar a mi familia, mi ministerio y mi reputación. Yo era consciente de que tendría que enfrentar dolorosas consecuencias. Pero entre mas tiempo mantuviese mi pecado en secreto, más difícil parecía el poder hacerlo. Razón tenía el salmista cuando escribió “Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día” (Salmos 32:3). Si hubiese expuesto mi pecado a la luz desde el principio me hubiera salvado de años de esclavitud sexual y me hubiese evitado lastimar a aquellos que supuestamente estaba protegiendo.

Cuando me escriben preguntándome por concejos prácticos para poder ser libres de la adicción a la pornografía, la masturbación, el adulterio, la fornicación, la homosexualidad, o cualquier otra clase de pecado sexual, usualmente comienzo por aquí. Un verdadero arrepentimiento comienza trayendo nuestro pecado hacia la luz. Esto no significa que tienes que publicar tu pecado en Instagram o en Facebook, no tienes que contárselo a todo el mundo. Dependiendo de la profundidad de nuestro pecado y nuestra posición de influencia, la cantidad de personas que necesitamos envolver puede variar. Como mínimo, el pecado sexual debe ser confesado a un amigo de confianza, un pariente, un hermano en la fe, un mentor, un consejero, a tu pastor, o a tu cónyuge.

Por naturaleza, el pecado crece en la oscuridad. La mejor forma de mantenerte atado al pecado es manteniéndolo en secreto. Santiago 5:16 dice que “Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados…” (énfasis añadido). Muchos de los que me escriben pidiendo ayuda se rinden cuando les digo que tienen que confesarle a alguien su pecado. Espero que al leer estas palabras puedas entender que encontrar tu libertad sin contarle a alguien no es una opción.

Confesar será doloroso. Habrá consecuencias con las cuales tendrás que enfrentarte. Pero cuando estés pasando por todo esto piensa en la libertad que hay al otro lado de la confesión. Dios puede hacer muchas cosas una vez que estés dispuesto a confesar, a rendir cuentas de tu vida secreta a otra persona. A pesar de las circunstancias difíciles que puedan presentarse en el proceso, los resultados finales harán que valga la pena el dolor momentáneo. El diablo tratará de hacer que la gente se enfoque en las repercusiones negativas y las usará para mantenerlos atados a su pecado. Pero si tan solo pudieran vivir el gozo de vivir en libertad del pecado sexual y el tener una conciencia limpia delante de Dios, podrían rápidamente traer sus pecados a la luz y pagar el precio que sea necesario.
Si estas leyendo estas palabras y estas atrapado en el secreto de tu pecado, permíteme preguntarte: ¿Cuántos años más quieres perder en tu pecado? ¿Cuánto más dolor le vas a causar a aquellos que amas al reusarte a permitirle a Dios que trabaje en tu corazón?

Juan 3:19-21 dice “Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos. Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios”

Hay dos clases de personas en este pasaje: aquellos que se niegan a acercarse a la luz por miedo a ser expuestos, y aquellos que voluntariamente se acercan a la luz para vivir en libertad. ¿Cuál de ellos serás tú? ¡La decision es tuya!

Hablemos.

Diego Bedoya,
Integridad Online
Articulo basado en diferentes publicaciones del ministerio Pure Life en ingles.

jueves, 25 de mayo de 2017

¿POR QUÉ CONTINÚO PECANDO?

¿Porque Dios no me quita estos deseos para que yo pueda dejar de pecar?” ¿Verdaderamente deseas ser libre de tu pecado sexual, del uso de la pornografía, la masturbación?

De acuerdo con la Palabra de Dios, la respuesta es simple:

Continúas escogiendo desobedecer a Dios.

Jesús dijo: Si me aman obedecerán mis mandamientos” (Juan 14:15). Dios nos ha dado la voluntad de decidir, y si vamos a salir del problema en el que nos hemos metido, entonces nosotros debemos empezar a tomar las decisiones correctas. En nuestra relación con Jesús es importante entender que la conversión ocurre una vez en la vida en el momento en que  nos arrepentimos genuinamente de nuestros pecados y transgresiones, y le reconocemos  como nuestro único y suficiente Salvador. Este es en mi opinión el momento más importante en la vida del ser humano, este es el día en que pasamos de muerte a vida.

Sin embargo es una tarea del creyente el entregar el señorío de su vida a Cristo cada día. Lucas 6:46 nos dice ¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo? En mi lucha personal con el pecado sexual debo cada día tomar decisiones, debo decidir si hoy le voy a permitir a mis bajas pasiones tomar el control de mi vida o si le voy a entregar el control a Dios.

Nuestras acciones demuestran nuestras prioridades. Tenemos una conciencia que diferencia el bien del mal y, aunque tratamos de hacer el bien,  también estamos dispuestos a hacer el mal, a pesar del hecho de que sabemos que está mal. También tenemos la capacidad para justificar nuestras decisiones pecaminosas con excusas que nos hacen sentir lástima por nosotros mismos. Santiago 1:13-15 nos dice: Cuando alguien sea tentado, no diga que ha sido tentado por Dios, porque Dios no tienta a nadie, ni tampoco el mal puede tentar a Dios.  Al contrario, cada uno es tentado cuando se deja llevar y seducir por sus propios malos deseos. El fruto de estos malos deseos, una vez concebidos, es el pecado; y el fruto del pecado, una vez cometido, es la muerte. Si bien algunos tienen legítimos traumas que tienen que superar, la mayoría de nosotros sabemos que nuestro pecado es simplemente una patética opción a ceder a nuestros deseos carnales por un momento de excitación y placer. Nos dejamos arrastrar por nuestras bajas pasiones, esa vieja naturaleza que busca placer y que nos aparta del Creador.

¿Quieres tener relaciones sexuales y experiencias placenteras antes del matrimonio? ¿Te la pasas pensando en formas de alcanzar placer con nuevas formas de depravación sexual? ¿Te hallas explorando nuevas fantasías sexuales como resultado de todas las imágenes indecentes con las cuales has llenado tu mente y tu corazón? ¿Planeas durante todo el día el momento en que estarás a solas para ver pornografía? ¿Estás teniendo relaciones con tu esposa  y al mismo tiempo adulterando en tu mente con alguna otra persona? Si tus pensamientos frecuentemente caen dentro de alguna de estas categorías, quizás has encontrado a tu enemigo. 

Jeremías 17:9 nos revela: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? y Jesucristo dijo: Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. Éstas son las cosas que contaminan a la persona, y no el comer sin lavarse las manos” (Mateo 15:19-20). ¿Puede el problema estar dentro de tu propio corazón? Solamente tú sabes la respuesta a esta pregunta, pero todos podemos estar seguros que un corazón que no ha sido redimido producirá todas estas cosas en abundancia.

Todos deberíamos en este punto poner nuestro orgullo a un lado y revisar nuestros corazones cuidadosamente. Pasemos un tiempo delante de Dios pidiéndole que examine nuestros corazones y nos permita recordar toda la suciedad que aun tengamos, y que podamos rendirnos completamente ante la misericordia y el poder transformador de Jesucristo. El hipócrita que se auto engaña esta en el peor de los estados. El cree que todo está bien entre él y Dios (y cree que no tiene necesidad de cambiar o auto examinarse), cuando en realidad, nada está bien.
  
 Pídele a Dios que haga un trabajo profundo exponiendo todos los deseos y las intensiones de tu corazón. Pídele que despierte tu conciencia y te muestre toda la lujuria y los bajos deseos que aun te dominan. Este es el primer paso para encontrar victoria sobre tu pecado. Sal de la negación y reconoce que necesitas de Dios para limpiar tu corazón y transformar tu vida. “Si mi pueblo, sobre el cual se invoca mi nombre, se humilla y ora, y busca mi rostro, y se aparta de sus malos caminos, yo lo escucharé desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra. Mis ojos van a estar abiertos, y mis oídos van a estar atentos a la oración que se haga en este lugar.” (2 Crónicas 7:14-15)

“Jesús le respondió: Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed;  pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás. Más bien, el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que fluya para vida eterna.” (Juan 4:13-14)



Diego Bedoya
Ministerio Integridad Online

martes, 23 de mayo de 2017

¿PORNO NO HACE DAÑO? LEE ESTO Y PIÉNSALO NUEVAMENTE

Porno en el cerebro

En los últimos 150 años la pornografía ha cabalgado en los talones de la nueva tecnología. Desde la fotografía al proyector de películas, desde el VHS al DVD, desde el Internet hasta los teléfonos inteligentes.
Apenas estamos empezando a ver los efectos de la pornografía masiva producida en nuestra cultura; aquellos que crecieron con acceso al Internet en sus hogares han entrado ahora a la vida de adultos. Muchos estudiantes universitarios vieron pornografía por primera vez cuando eran unos niños, y hoy en día consumen pornografía por el Internet en dosis semanales, o incluso diarias. Hace más de 10 años la doctora Judith Reisman (Autora de “la ciencia detrás de la adicción a la pornografía”) llamo a la pornografía una “erotoxina” planteando que  futuros estudios revelarían que  la corriente de neuroquímicos y hormonas liberados cuando alguien mira pornografía tendría considerables efectos negativos en el cerebro. Estudios recientes están ahora validando su teoría.

DESENSIBILIDAZO AL PLACER
Dios ha conectado el cerebro en tal forma que pueda recordar el lugar dónde nuestros impulsos naturales están siendo satisfechos. Si el cuerpo tiene sed, el trabajo del cerebro es recordar con claridad donde encontrar agua, y la dopamina es el neurotransmisor responsable por ayudarnos a recordar donde satisfacer nuestros impulsos naturales.

Siendo estimulados sexualmente, la dopamina es liberada en una región del cerebro responsable de las emociones  y el  aprendizaje, dando al espectador una sensación de enfoque claro y una conciencia del deseo: “Tengo que obtener esta cosa; esto es lo que necesito ahora mismo.” La dopamina proporciona una gran sensación de placer. La próxima vez que el espectador tenga esa picazón por mas gratificación sexual, pequeñas dosis de dopamina serán liberadas en el cerebro, diciendo: “¿Recuerdas de donde sacaste tu dosis la última vez? ¡Ve y consigue más!”

En el contexto de una relación matrimonial, este empujón para regresar a  la fuente del placer une a las parejas en intimidad sexual una y otra vez, construyendo un vínculo de amor. Pero en el contexto de ver pornografía, el efecto es algo totalmente diferente.

La exposición continúa a la pornografía, especialmente por largos periodos de tiempo, libera oleada tras oleada de dopamina, dando al cerebro un placer  anormal. El cerebro eventualmente se cansa, limitando la cantidad de dopamina emitida, dejando al espectador queriendo más pero sin poder alcanzar el mismo nivel de satisfacción. Esto es llamado desensibilización. Los placeres diarios comienzan a perder su brillo – incluyendo el sexo- y el espectador amplia sus gustos pornográficos y busca algo más novedoso o pornografía más fuerte para poder conseguir la misma excitación.

Santiago dice que pecado comienza con un deseo muy fuerte, pero “el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte” (Santiago 1:14-15).  Agrandar el pecado trae toda clase de muerte –muerte al placer, muerte a las relaciones, y ultimadamente muerte eterna.

HIPER-SENSIBILIDAD A LA LUJURIA
Mientras el cerebro se vuelve desensibilizado al placer en general, al mismo tiempo se vuelve híper-sensitivo a los diferentes desencadenantes sexuales. Así como un camino es creado en el bosque con cada persona que pasa por él, de la misma forma los caminos neuronales  establecen el camino con la próxima imagen erótica vista. Con el tiempo estos caminos neuronales se amplían con los viajes repetitivos realizados con cada exposición a la pornografía. Ellos se convierten en el camino a través del cual la interacción con las mujeres está marcada. Los circuitos neuronales  anclan este proceso sólidamente en el cerebro. Con cada mirada furtiva, la pornografía profundiza este abismo en el cerebro a través del cual las imágenes de mujeres están destinadas a pasar. Todas las mujeres se convierten en potenciales estrellas porno en las mentes de estos hombres.

En otras palabras, entre mas una persona se masturba con pornografía, más ancha será la súper autopista neuronal, desarrollando mas y mas puntos de entrada.

El apóstol Pablo describe claramente la lujuria interminable que experimenta una persona desconectada de Dios. El escribe: Han perdido toda vergüenza, se han entregado a la inmoralidad, y no se sacian de cometer toda clase de actos indecentes” (Efesios 4:19). Un acto de lujuria lleva a dos, dos llevan a cuatro, y cuatro llevan a un deseo consumidor. Su apetito nunca se satisface.

PARALIZA LA FUERZA DE VOLUNTAD
El proceso de sensibilización y desensibilización impacta la corteza pre-frontal del cerebro. A medida que los receptores de dopamina se degeneran el cerebro, se producen cambios en los lobos pre-frontales. Esta región del cerebro es responsable por nuestra fuerza de voluntad, regula nuestro comportamiento y la toma de decisiones basado en sabiduría y principios morales.

Normalmente, cuando las emociones, los impulsos y los deseos son producidos fluyen desde el cerebro medio, los lobos pre-frontales están ahí para ejercitar “control ejecutivo” sobre ellos. Pero cuando esta región está debilitada por el continuo uso de pornografía, la fuerza de voluntad se erosiona y no hay nada que pueda parar el antojo por ver pornografía. Como resultado, la persona experimenta no solo un deseo sino una necesidad intensa. Los neurocientificos llaman a este problema Hipofrontalidad. Esta persona ya no controla sus pasiones sino que es esclava de ellas.

Esto es lo que Pablo dice: “Tienen la mente llena de oscuridad; vagan lejos de la vida que Dios ofrece, porque cerraron la mente y endurecieron el corazón hacia él”. (Efesios 4:18) Ellos se volvieron “Esclavos de toda clase de pasiones y placeres” (Tito 3:3) Nuestros cerebros están designados por Dios para medir las consecuencias  y situaciones y sopesar juiciosamente para  escoger cuando dar gusto a nuestros antojos y deseos, pero la Hipofrontalidad significa que la mente saturada de pornografía tiene una muy limitada habilidad para hacer esto. La región prefrontal es una de las cosas que hace  únicos a los humanos –llenos con racionalidad y conciencia. Por esta razón podemos decir que el ver pornografía, en un sentido muy real, nos hace menos humanos.

EL PROBLEMA FUNDAMENTAL CON LA PORNOGRAFÍA
Desensibilizados al placer, sensibilizados a la lujuria, y paralizados en nuestra fuerza de voluntad –estas son algunas de las cosas que la ciencia moderna está descubriendo sobre los efectos de la pornografía en el cerebro. Como veremos más adelante, los estudios están mostrando como la pornografía moldea nuestras creencias y expectativas sexuales.
La pornografía es adictiva. Las mujeres de los vídeos pornográficos son frecuentemente obligadas, abusadas sexualmente y animadas a usar drogas. El uso de pornografía está contribuyendo  en el incremento del divorcio. Todas estas cosas son verdad; sin embargo, es importante el entender el problema cardinal con la pornografía.


La pornografía es esencialmente mala debido a su mensaje: desgarra la sexualidad de su contexto relacional y presenta a los seres humanos no como criaturas hechas a la imagen de Dios, sino como productos sexuales, como algo que puede ser comprado y vendido.

Traducido por Diego Bedoya
de "Your Brain on Porn"
Material de distribución gratuita de Covenat Eyes
http://www.covenanteyes.com/

miércoles, 18 de enero de 2017

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA DEJAR DE MASTURBARTE


Dejar de masturbarte no es tarea fácil, aun hombres y mujeres mayores tienen luchas en esta área. Pero es una batalla que puedes ganar. Aquí tienes algunas ideas prácticas que te pueden ayudar:

1.    ENCUENTRA ACTIVIDADES SALUDABLES –Las personas que se masturban son energéticas, creativas, y gente apasionada con mucho por ofrecer. Encuentra sitios saludables donde puedas gastar toda esa energía y ponerla en buen uso. Quizás un deporte en el que puedas quemar toda esa energía acumulada o alguna actividad a la que puedas dedicarte con pasión.

2.    ENFRÉNTATE A LO QUE ESTA DETRÁS – La masturbación es la punta del iceberg, pero no es el problema. La masturbación es una forma de medicina para calmar algo más dentro de ti. Es una forma de satisfacer necesidades insatisfechas en tu vida. Respira profundamente  y ve debajo de la superficie para encontrar él PORQUE te masturbas. Encuentra un grupo de varones en una buena iglesia local y atrévete a hablar con un hombre cristiano que este dispuesto a ayudarte a identificar las razones por las cuales continuas haciendo algo que sabes que te está haciendo daño. Considera visitar a un consejero cristiano.
  
3.    EMPIEZA A ESCRIBIR Y CONTINUA ESCRIBIENDO – Esto puede sonarte un poco loco, pero el escribir en un cuaderno de notas o en tu computador es una buena forma de calmar tu ser interior. Escribe acerca de tu ira, escribe acerca de tus sentimientos, úsalo como una forma de oración, como una forma de hablar contigo mismo y con Dios. Escribe también  a nuestro ministerio. Sabemos que luchas y no queremos que luches solo. Tus viajes secretos a la isla del placer no nos sorprenden y estamos aquí para ayudarte.

4.    ADOPTA UNA ESTRATEGIA PARA TU TIEMPO A SOLAS – Estar solo y aburrido puede llevarte a masturbarte, simplemente porque no tienes nada mejor que hacer, así que trata de estar ocupado. Llena tus días con actividades saludables y evita estar demasiado tiempo a solas, por lo menos mientras rompes el hábito a masturbarte.
  
5.    CREA UNA ESTRATEGIA –Ataca la fuente. Mueve tu computador a un lugar público de tu casa. Borra toda la pornografía que tengas grabada y destruye todo tipo de material pornográfico que puedas tener escondido. Apaga tu teléfono en la noche y toma la decisión de no abrir más sitios pornográficos en tu teléfono. Compromete a mostrarte tu teléfono  y tu computador a alguien a quien respetes para que ese temor a tener que confesar una nueva caiga te ayude a mantenerte apartado de hacerlo. Empieza hoy mismo a llevar cuentas en un calendario y ponte la meta de estar libre de masturbación por 30 días. Envíanos un reporte diario de tu avance.

6.    NECESITAS HABLAR CON ALGUIEN –Encuentra alguien con quien puedas hablar acerca de tus luchas, alguien en quien puedas confiar y que pueda mantener la confidencialidad de tus conversaciones. Te estoy hablando del principio de rendir cuentas. Esta persona puede ser un líder de tu iglesia, un cristiano maduro, el líder de jóvenes de tu iglesia, el pastor, un consejero. Entiendo que te aterra el pensar que tienes que contarle a otro ser humano que te masturbas, pero créeme cuando te digo que no vas a sorprender a nadie.

7.    ENTIENDE QUE ESTO ES UN PROCESO –No te convertiste en adicto a la masturbación de la noche a la mañana. Para ser libre también necesitaras tiempo. La sobriedad de la masturbación ocurre un día a la vez. Nuestra meta en este ministerio es el ayudarte a mantenerte fuerte durante este tiempo de sanidad y restauración.


8.    ORA, Y LUEGO ORA UN POCO MÁS –Probablemente has hablado con Dios para que te quite los deseos de masturbarte  y no volverlo a hacer. Pero una mejor oración puede ser: “Dios, ayúdame a cambiar mi corazón. Ayúdame a enfrentarme  a las causas, a las cosas que me llevan a masturbarme. Ayúdame a enfrentarme a las cosas profundas dentro de mi ser. Ayúdame a encontrar actividades saludables que me alejen de la masturbación. Ayúdame a encontrar la forma de hablar de mis cosas con alguien que este dispuesto a escuchar sin condenar y que este dispuesto a desafiarme y a decirme la verdad cada vez que lo necesite.”

jueves, 29 de diciembre de 2016

ABANDONANDO EL SEXO SOLITARIO

En cada país de América Latina la masturbación tiene diferentes nombres: Hacerse un Antonio, la paja, Manuela, Limpiar la tubería, llamando a lo cinco magníficos, cambiar el agua a las aceitunas, cusquiarse, maqueársela, Alemanita, cinco contra uno, pasar a manual, ¡yo eso no lo hago!, saludar al amiguito, cargar la pistola, frotar el palito, poner el freno de mano, llenar el pozo, cascársela, sacudir la sardina, hacer fuego, limpiar el sable, mano helada, darle al manubrio, jugar al uno, hacer bailar al soldadito, ¡¡Hijo sal del baño!!!

Ok, después de hacerte reír por un instante, espero que pongas toda tu atención a lo siguiente:

Todos nos ponemos incómodos cuando hablamos del tema de la masturbación. Algunas veces cuando hablo acerca de este tema la reacción del auditorio es la clase de reacción que esperarías si confesaras que le pegas a tu mascota en tu tiempo libre. Así que empecemos por ser honestos,  la mayoría de nosotros nos hemos masturbado.

La masturbación no es un regalo de Dios para los solteros y tampoco una forma de prevenir otros pecados sexuales. La masturbación trae un alivio físico, pero nunca puede satisfacer emocionalmente, no es una experiencia compartida. Está dirigida hacia uno mismo. La experiencia sexual que fue diseñada para ser compartida con otra persona, es consumada en la soledad en silencio. La masturbación es un comportamiento auto-céntrico.  No nos lleva a relacionarnos sino a alejarnos. En vez de resolver nuestro aislamiento, la masturbación contribuye al problema. En la masturbación estamos tratando de satisfacer nuestro deseo sexual, pero en una forma inmadura. Recibo mucho correo de personas atrapadas en el círculo vicioso de la adicción a la masturbación. Lo hacen porque se sienten tensionados, estresados, enojados, solos, con falta de ocupación, etc. Quieren detenerse pero no pueden. Algunos logran pasar semanas e incluso meses sintiéndose libres, hasta que algo ocurre que los lleva a empezar nuevamente.

La lucha con la masturbación y la pornografía frecuentemente crecen en el secreto y son alimentadas por la vergüenza. La tendencia normal de la gente es el tratar de conquistar sus adicciones en secreto para que nunca nadie sepa que tuvieron un problema, salvando así la vergüenza de que alguien se entere. La frustración crece mientras la estrategia es frecuentemente el rogar a Dios que se lleve estos deseos y cuando El no lo hace, el espiral continua.

En orden de romper cualquier adicción, la pregunta que eventualmente necesitamos hacernos es: “¿Deseo la victoria más de lo deseo evitar ser avergonzado?” Si evitar que te descubran es lo más importante en tu vida, entonces la victoria será muy difícil de obtener. No estoy seguro que sea justo pedirle a Dios que nos quite los deseos sexuales porque Él es el que nos los ha dado. Deseos sexuales en las situaciones correctas son buenas, pero esos deseos sexuales fuera del los espacios correctos pueden destrozar todo en tu vida, incluyendo tu familia.

¿Qué tan serio eres en tu deseo de acabar con todas esas actividades destructivas? Cuando lo desees lo suficiente empezarás a dar los pasos necesarios para vencer. Le contarás a ese amigo, hablaras con tu pastor, buscaras a un consejero, pondrás los bloqueos necesarios. Estos bloqueos son necesarios para alejarte de lo que no deseas hacer. Si quieres abandonar la masturbación entonces pondrás barreras específicas en tu vida que te ayuden a tener éxito.

Un bloqueo muy importante es el instalar un filtro en tu computador, un filtro que reporte  frecuentemente a alguien a quien respetes todas las actividades y sitios visitados en el Internet en tu computador.

Trata de identificar que es lo que te lleva a masturbarte; para muchos la principal causa es el estrés. Entre más estrés mas tienden a regresar a sus adicciones y así escapar de su realidad. Encuentra una fuente saludable para acabar con tu estrés, quizás el salir a caminar, el montar en bicicleta, el salir a jugar con tus amigos un buen partido de futbol o baloncesto, salir a hablar con otra persona. Las diferentes actividades pueden ayudarte a calmar el estrés.

Si estas batallando con el sexo solitario y quieres hablar con alguien escríbenos un correo a integridadonline@gmail.com

Estamos en esto juntos, no estás solo, aun cuando sientas que lo estas.

Si encontraste herramientas que te ayudaron a dejar la masturbación y quieres compartirla con otros puedes dejarnos un comentario aquí.

Diego Bedoya
Integridad Online