domingo, 31 de julio de 2011

LA MENTE DEL ADICTO A LA PORNOGRAFÍA

El proceso  que  puede llevar a una persona a comportamientos sexuales adictivos o compulsivos, se conoce como adicción sexual. Es un estado patológico al que entramos cuando nuestra capacidad por placer sexual o intimidad disminuye mientras que nuestra exposición a intenso estimulo sexual (tal como pornografía en el Internet) aumenta. La condición incluye factores biológicos y de comportamiento.

Para poder entender la adicción sexual, necesitamos tener un entendimiento básico de cómo el cerebro, el más poderoso órgano sexual en nuestro cuerpo, procesa el estímulo sexual. Sabemos que hay un cóctel de químicos en nuestro cerebro que energiza la atracción y el romance. Esos químicos son totalmente diferentes de la mezcla que fomenta el amor profundo y la atracción a largo plazo.

Uno de esos
químicos de la atracción y el romance es conocido como Dopamina, un neurotransmisor que crea intensa energía, euforia, atención focalizada, y motivación para conseguir premios. Es liberado por el cerebro cuando somos expuestos, entre otras cosas, a la pornografía y la excitación sexual. Un diferente químico, Oxitocina, es quien promueve sentimientos de conexión, unión y cariño. Este se produce y libera en el cerebro cuando abrazamos a nuestra esposa o hijos, y cuando una madre esta lactando a su bebe. También hay otros, como la Serotonina y la Adrenalina, que juegan un papel de soporte. Pero es en esta caja de pociones de amor que la pornografía se mueve.

 Fisiológicamente, en relaciones amorosas normales con gente real, nos movemos de un alto nivel de Dopamina (atracción y romance) a diferentes niveles de Oxitocina (relaciones estables). Pero si nosotros o nuestra pareja ha formado una "relación" con la pornografía y usa este material pornográfico regularmente para inducir orgasmos llenos de fantasía, nuestra "relación" con la pornografía nunca abandonará el estado inicial de atracción. Esta será siempre basada en el placer sexual. Entonces,
como la pornografía repetidamente provoca intenso placer sexual, nuestro cerebro produce más y más Dopamina, manteniéndonos atrapados en un intenso ciclo que imita las primeras etapas de infatuación, romance de fantasía y enamoramiento. Sobre estimular el cerebro con altas dosis de Dopamina hará que el cerebro se adapte e incremente los niveles de tolerancia. El resultado de incrementar la tolerancia es la desensibilización, algo similar a lo que los alcohólicos o drogadictos experimentan después de un repetido uso y abuso de su droga de elección. 

Con el tiempo, como se necesitará mayor estimulación sexual para conseguir el mismo placer, el adicto empieza a buscar nuevas y diferentes formas de incrementar los niveles de producción de Dopamina. Cambiara las revistas por vídeos, sexo en pareja por sexo en grupo, grotescos actos sexuales que antes eran impensables ahora le serán "normales", dejara de ser un observador para convertirse en un participante. Poniendo límites para luego derribarlos, empezando y prometiéndose a sí mismo que parará, y luego empezando otra vez. La adicción sexual es un lugar temeroso para estar porque uno no se ve a sí mismo como alguien enfermizo. Te dices a ti mismo y convences a otros de que eres normal, que no hay nada malo en lo que haces, que todo el mundo lo hace. "Es diversión que no hace daño a nadie", te dices a ti mismo.

Pero tú no puedes ver el largo y despacioso tobogán por el que estas cayendo. No puedes ver lo que realmente te está pasando porque estas parcializado y demasiado involucrado en tu pasado para querer realmente cambiar.


Lo que alimentas crece, y lo que privas de alimento muere. Si continúas alimentando el cerebro con nuevas y diferentes cantidades de intenso estimulo sexual, los deseos por una dosis mayor de Dopamina crecerán. Con cada nueva exposición, el cerebro construirá tolerancia, incrementando la necesidad por una mayor estimulación. 

Cuando alimentas tu adicción, al mismo tiempo te estás privando de intimidad saludable con personas saludables en el contexto de las relaciones sanas.
Tu principal relación se ha convertido en una relación con un objeto inanimado como una fotografía en tu pantalla de tu computador o un vídeo pornográfico. La intimidad sexual se ha convertido en tomar sin dar nada de tu parte, y el foco de tu atención es realmente en ti. Como tu sentido de pertenencia y aceptación por otros está siendo ignorado, o privado de alimento, tu sentido del ser y de significado decrece. El aumento de la soledad y el aislamiento son algunos de los resultados de la adicción.

Si estas luchando con la pornografía y estas buscando romper las cadenas que te atrapan, te desafiamos a buscar ayuda. Si gustas puedes escribirnos a integridadonline@gmail.com

Diego Bedoya


Fuentes: Porn Nation, by Michael Leahy