No cabe duda que la pornografía se ha convertido en una tendencia predominante en nuestra cultura, con su mal olor detectado casi en todas partes. Se puede decir sin lugar a duda que la pornografía es uno de los brebajes engañosos preparados por Satanás, el "padre de todas las mentiras". Las mujeres que se someten a la pornografía están permitiendo que sus perspectivas y sus corazones estén siendo influenciados por al menos una media docena de premisas falsas que se transmiten a través del porno.
Mentira # 1: "mi valor como persona depende de mí atracción sexual".
Entre más una joven mira pornografía, más esta falsedad se afianzará en su pensamiento. Ella constantemente se estará comparando son las demás. Si es delgada, lamentará el hecho de que ella no es más voluptuosa. Si tiene una figura completa, deseará que fuera delgada. Los demonios utilizan esta mentira para atormentar constantemente a las mujeres. La verdad es que su valor es en su vida con Dios. “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.” (Salmos 139:13-14)
Mentira # 2: "El sexo es lo más importante en la vida".
Este es el tema predominante tejido a través de cada escena de películas de entretenimiento para adultos. Las que creen en esta mentira ya tienen un historial de perseguir un placer tras otro en la vida, siendo el placer sexual el objetivo principal. La verdad es que el sexo es una adición maravillosa a la vida, pero el sexo en sí mismo nunca puede proporcionar satisfacción duradera. “Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—, pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás” (Juan 4:13) “Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre,
y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.” (Juan 6:35)
Mentira # 3: "las chicas de la industria del porno tienen el tiempo de sus vidas".
NO, estas chicas están ahí porque lo ven como una forma fácil de obtener dinero y fama. Cualquier chica que piense que las actrices y modelos porno se divierten haría bien en considerar lo que dice una ex estrella sobre ello. "Nunca disfrute tener sexo," escribe Shelly Lubben. "Nunca quería sexo, y de hecho estaba más dispuesta a pasar tiempo tomando whiskey que con modelos con los que me pagaban para que fingiera placer”.
Mentira # 4: "El sexo no es algo sagrado."
Dios creó la sexualidad como un medio para que el marido y su esposa expresen físicamente su más profunda devoción entre sí. La industria de entretenimiento para adultos ha hecho todo lo posible para devaluar esto a un comportamiento puramente animal. “Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada. Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre, el cual exclamó: «Ésta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne». Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser. En ese tiempo el hombre y la mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza.” (Génesis 2:18-25 NVI)
Mentira # 5: "Complacer mis deseos sexuales es liberador."
La imagen que transmiten es una de mujeres despreocupadas reclamando su libertad para experimentar completamente el placer más grandioso de la vida. La verdad es que el pecado siempre lo trae uno a una terrible esclavitud. Millones de personas que han comprado esta mentira viven en una esclavitud perpetua. Los "placeres pasajeros del pecado" hace rato se han marchado; todo lo que queda ahora son las demandas siempre presentes de una adicción implacable.
Mentira # 6: "el sexo ilícito no tiene consecuencias".
Las imágenes de deliciosas sonrisas y momentos emocionantes de éxtasis no te revelan la verdad de lo que viene después: vergüenza, culpabilidad, pérdida de autoestima, enfermedades de transmisión sexual y quizás la peor de todas: la corrupción del alma humana. La pornografía distorsiona la perspectiva de una persona sobre la sexualidad, contamina la mente, cauteriza la conciencia, endurece el corazón y llena la vida interior de perversión.
La pornografía promete enorme satisfacción pero deja al usuario en la miseria absoluta. Esa es la verdad que los pornógrafos nunca les dirán a las chicas que sucumben a la tentación.
http://www.purelifeministries.org/index.cfm?pageid=182
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